Orgullo y vergüenza las dos caras de una misma moneda

El Concejo Deliberante de San Isidro se apresta a declarar la Segunda Marcha del Orgullo de Interés Municipal. Paralelamente, dos asesinos son honrados en las calles

En la búsqueda de der un salto en materia de inclusión, de respeto en la diversidad, el miércoles 20, el Concejo Deliberante de San Isidro será el ámbito mediante el cual la “Segunda Marcha del Orgullo 2023”, buscará ser declarada de Interés Municipal. La marcha, vale recordar, se realizará el sábado 30 de septiembre a las 15 hs., frente al Teatro del Viejo Concejo, 9 de julio y 25 de mayo.

La historia reciente recuerda que la Primera Marcha del Orgullo en San Isidro se realizó el primero de octubre de 2022, y fue declarada de interés municipal por el Concejo Deliberante casi por unanimidad.

“Desde el Frente Orgullo San Isidro, invitamos a participar a todas aquellas personas, organizaciones e instituciones dispuestas a promover y resguardar la expresión de la diversidad sexual y las identidades de género que se alejan de la norma cisheterosexual” explicar los y las organizadoras de la marcha

Así como la Segunda Marcha del Orgullo seguramente volverá a encontrar eco positivo en el recinto del HCD de San Isidro, lo que pone de relieve un buen grado de madurez por parte de las y los concejales, la contracara, la parte negativa, nefasta, proviene que es este mismo ámbito legislativo que aún permite que dos asesinos figuren en las calles: Aramburu, y Lonardi, respectivamente.

Dos uniformados impulsores del golpe de estado de la denominada revolución libertadora (16 de septiembre de 1955), que a punta de pistola persiguió, asesino y torturó a dirigentes y afiliados peronistas. Entre ellos, a dos vecinos de San Isidro: Mario Carranza y Luis Garibotto, fusilados por aquel régimen cívico-militar.

Si estos asesinos aun hoy ensucian las calles, se debe a que el oficialismo municipal, nunca se dignó a tratar el tema. Desde hace décadas, no pocos Proyectos de Ordenanzas proponiendo cambiarles el nombre a esas calles, duermen en los despachos. Cuando estas verdaderas afrentas a valores democráticos ganan las calles, es donde resulta comprensible el surgimiento de falsos profetas en las arenas políticas. Es la hora del vale todo, el que cometió un delito de lesa humanidad termina honrado en las calles. !Cambalache!