Gobierno débil, sin reacción y un modelo que se cae
- Editorial Tobel
- 18 sept
- 3 Min. de lectura
Datos oficiales y privados coinciden en que la crisis es una realidad irrefutable. Tres meses consecutivos de caída de consumo. Capacidad industrial por debajo del 2023, dólar sin control, precios de góndolas en alza y salarios corriendo detrás de la inflación.

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La situación socio-económica es acuciante. Millones de personas, empresas, comercios barriales, industrias Pymes y economías regionales, de acuerdo con datos oficiales del Indec, muestran caídas y un deterioro considerable.
El montaje de un modelo especulativo-financiero sobre una matriz productiva e industrial vuelve a poner al país de rodillas. La experiencia más reciente fue la materializada durante el gobierno de Juntos por el Cambio. Por decisión presidencial (Mauricio Macri) y el entonces Ministro de Economía, Luis Caputo, el país recurrió al FMI. Logró un salvavidas de plomo: 45.000 millones de dólares. Monto que aún hoy el país no logra poder pagar. No conforme con aquel modelo de “timba financiera”, y dólar sin control, es lo que sucede en estos momentos, el gobierno libertario volvió a endeudar al país. Lo hizo por 20.000 millones de dólares. Deuda que no fue al sistema productivo y mucho menos a obras públicas, un gran dinamizador de la economía. Semejante cifra fue y está siendo utilizada para subsidiar el dólar a las clases pudientes y financiar la especulación financiera.
“Mi discusión con los miembros del equipo siempre fue la misma. Yo nunca entendí el programa económico de congelar la oferta monetaria y dolarizar endógenamente. Tampoco entendí por qué era importante para la inflación no la base monetaria tradicional sino la base ampliada”, comentó durante una entrevista en el canal de streaming Ahora Play, el exviceministro de Luis Caputo, Joaquín Cottini. También señaló que el modelo, “el plan económico es impracticable”.
En este contexto, la corrida del dólar está llegando a los precios de góndolas. Según explicó Nicolás Vaccaneo, vocero de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), al portal El Destape, "la mayor causa (de los aumentos) es la suba del dólar" y detalló que recibió "varias listas con aumentos, de 5% en promedio, en general de proveedores que no aumentaban hace dos o tres meses". Por su parte Fernando Savore de la Confederación General Almacenera Nacional dijo que están llegando precios con “aumentos de entre el 5 y 9%”.
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En tanto, la capacidad industrial instalada volvió a caer por debajo del 60%. Agosto registró un 58.2%; cuarto mes por debajo del 60%. No muy distinta es la situación que padecen otros sectores productivos: metalmecánica 48%; tabacaleros 47%; textil 44%; automotor 54%, caucho y plástico 52%. Todos produciendo muy por debajo del 60% que dejó el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. En estos momentos la desocupación roza el 9% cuando en el 2023 estaba por debajo del 6%.
El riesgo país determina posibilidades de créditos internacionales si está por debajo de las 300 puntos. El miércoles superó los 1200. En tanto, el Banco Central tuvo que intervenir para que el dólar no se disparara más allá de los 1500 pesos.
Es el propio gobierno quien promete que las importaciones superarán a las exportaciones generando un fuerte déficit comercial. En materia de impuestos, ARCA dio cuenta de caída de recaudación.
En este sentido, según datos oficiales y privados, el país lleva cuatro meses con caída de consumo. Una realidad que para los economistas es ingresar a un marco de recesión.
El ciudadano de a pie, el que produce y trabaja, educa, cura e investiga y el que vela por la seguridad de la población, con sus ingresos y salarios no llega a fin de mes. Lo propio les sucede a jubilados y personas con discapacidad. La gente no tiene plata y esto se siente en la calle.
Durante el gobierno se cerraron, según datos oficiales, 13.400 Pymes cerraron las puertas, 16.000 comercios barriales bajaron las persianas, 230.000 personas quedaron sin trabajo, a jubilados y discapacitados, además de pegarles y gasearlos, les quitaron medicamentos y beneficios. También tarifazos y constantes aumentos de precios socavan los magros salarios que reciben los trabajadores. Mientras tanto, el gobierno rebaja y elimina impuestos a los sectores más pudientes y le subsidia la compra de dólares. Es la aplicación de viejas y fracasadas recetas que sólo contempla bienestar a un reducido sector de la población: sector bancario, financiero y extractivista.













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