Acto libertario de 1.000 millones de pesos, insultos y el PRO colgado con un clavo

Los hermanos Milei oficializaron el partido nacional La Libertad Avanza en medio de insultos, agravios y violencia que fue aplaudida.

Finalmente y cumpliendo con la tradición política, el gobierno oficializó la presentación del partido La Libertad Avanza a nivel nacional. Lo hizo el sábado 28, a través de un acto en el Parque Lezama (CABA) utilizando recursos del Estado, movilizando micros, pagando a gente para que asistiera para la ovación -5000 personas se estima- y destinando, según algunos cálculos, una cifra cercana a los 1.000 millones de pesos, algo así como 1 millón de dólares. Un detalle menor si se considera que el  presidente Javier Milei volvió a relucir “su mejor faceta”: intolerancia, autoritarismo y violencia institucional.

Durante el acto de presentación que fue abierto por su hermana, “El jefe”; Karina Milei, el presidente insultó y fustigó a periodistas y a sectores opositores. Los llamó "corruptos y ensobrados", ante el festejo de sus militantes. No conforme con su bajada de línea, dijo; "Acá tienen los trolls. Periodistas corruptos, ensobrados. Son los que muestran la realidad que ustedes nunca dejaron ver por tener el monopolio de los micrófonos", lanzó el primer mandatario. Los militantes, entusiasmados, empezaron a gritar "¡hijos de puta!". Milei gritó desaforadamente y alentando a la tropa: "¡Escuchen periodistas ensobrados lo que la casta siente por ustedes!". Y agregó: “No son trolls, pedazos de soretes, periodistas ensobrados y corruptos".

De eso modo, el presidente, una vez más, alentaba la agresión, la intolerancia y, sobre todo, daba paso a naturalizar la violencia y odio sobre quien se le ocurra opinar distinto. Criterios presidenciales que la historia de la humanidad, lamentablemente, conoce a través de Hitler y Mussolini, por ejemplo.

 Por su parte, Karina Milei, sostén político y muro de contención espiritual del primer mandatario, cargó contra la "casta" y llamó a ayudar al Gobierno y el año que viene "llenar de diputados y senadores el Congreso para votar las leyes que el país necesita".

"El año pasado ocurrió algo inédito. Ocurrió el milagro. Ganamos la presidencia sin tener partido. Algo único en la historia", rememoró. Era verdad, no tenían partido, pero sí "lo más importante, la palabra de Javier Milei y las ganas de que esto cambie para siempre".

El lanzamiento, en el terreno político y de alquimia electoral, abrió la puerta para observar que en este juego de ganadores y perdedores, el PRO que lidera Mauricio Macri fue corrido al sector de los perdedores. Queda más que claro que los hermanos Milei tienen sellado un acuerdo con la ex Montonera de Barrio Norte, la tirabombas Patricia Bullrich. Con ella y algunos intendentes y dirigentes del PRO pretenden hacer punta de lanza en CABA y provincia de Buenos Aires. “Es más barato cerrar con ella que acordar con Mauricio por todo lo que él representa y pretende como presidente del PRO”, es el argumento que esgrimen en el entorno de Karina Milei. Algo de cierto hay detrás de esta apreciación.

Así como sumó al PRO pagando con un Ministerio y cooptó a diputados del mismo espacio seduciéndolos con cargos y sueldos millonarios en organismos públicos, lo propio hizo con radicales y algunos dirigentes y legisladores escindidos del espacio de UP.

En lo que respecta al PRO, principal fuente que le garantizó el triunfo electoral en octubre de 2023 a LLA, Karina Milei y el asesor Santiago “Billetera” Caputo consideran que ya “no necesitamos del sello, la gente acompaña a Javier”.

Más allá de esta mirada, lo cierto es que los hermanos Milei están echando mano a lo que tanto se le cuestiona a la dirigencia política: coherencia y ética.

Así como meten cuña y dividen al PRO en CABA, intentando correr a Jorge Macri bajándole el precio con una supuesta candidatura de Manuel Adorni y Patricia Bullrich, no muy distinto sucede en la provincia de Buenos Aires.

Por lo pronto, el mileismo utiliza con la intención de fracturar al PRO al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, a quien considera “apropiado” e insisten en apropiarse de otros dirigentes enrolados en el mismo espacio. Se lo menciona a Diego Santilli, entre otros. Al decir de Milei, serían ensobrados que coopta el gobierno.

“Yo creo que ellos quieren ir por todo. Pero no tienen con qué, por ahora”, dicen no pocos dirigentes de peso del PRO cuando se los consulta al respecto. Además, entienden que al no ir Milei en la boleta electoral, el panorama cambia por completo.

“Vamos a un escenario por cada provincia. Puede darse que en una provincia vayamos juntos y en otras separados”, aclaran con la lógica del caso. Sin embargo, analizar la política con lógica y sensatez y, sobre todo, con sentido común y coherencia frente a los que hoy gobiernan, es intentar remar en dulce de leche.

Si la UCR fue el furgón de cola del PRO y hoy es apenas un despojo, el temor de no pocos dirigentes del partido que conduce Mauricio Macri es convertirse en esto que fue el radicalismo.  

En realidad, no están lejos de serlo, en tanto y en cuanto no queda en claro de qué lado del mostrador se paran. Son una suerte de híbrido dentro de un contexo nacional sellado por una crisis socio-económica fenomenal, y daño y degradación institucional como nunca antes el país registró.

Por lo pronto, Bullrich se paró donde siempre supo pararse: del lado del poder, de las cajas estatales.