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Mientras el COVID sacude, los empleados estatales, ¿podrían revestir en la categoría de "privil

Con una pandemia mundial que está generando, además de muertes, el cierre de comercios, empresas y despidos que podrían alcanzar la friolera de 400 millones de desocupados como proyecta la OIT, los trabajadores estatales tienen garantizado un marco que, a simple vista, podría ser catalogados de privilegiados frente al resto de la población. Para indagar si esto es así, consultamos a los dirigentes sindicales Hugo Russo, Víctor Pirillo y Gustavo Seva. La contracara la da el sector privado que baja salarios y despide. En en medio de dicha realidad, hay un Estado activo que inyecta cerca del 4% del PBI para sostener la salud y la producción.

Por: Tano Aramaleo.- Mientras millones de argentinos padecen el efecto pandemia de manera directa en sus bolsillos, como resulta la baja salarial o pérdida de trabajo, aún existiendo una ley que lo impide nada frena el cierre de comercios y Pymes, la contracara la constituye el empleado estatal. Aquel que miserable e injustamente Cambiemos maltrató, despidió y humilló. Hoy, la taba volvió para el lado de los y las trabajadoras. El gobierno los contiene y también los cuida del COVID.

Si bien por el nivel salarial y en muchos casos por revestir el carácter de contratado -que ciertamente ambas cosas no son el marco ideal y deseado- y frente al natural escenario que depara toda pandemia, dentro de semejante contexto social y económico, ser empleado estatal tiene ventajas superlativas. Hasta se podría decir que “son privilegiados”, por el simple hecho de que hoy tienen garantizado salario, estabilidad laboral, aguinaldo, bonos y cobran en término. Además, para ser claros, a excepción del personal docente, de salud y seguridad, muchos administrativos, por la propia dinámica laboral (remota) las horas desempeñadas no se compadecen con las que realizaban en los respectivos lugares, prepandemia.

Sin embargo, dirigentes de ATE y UPCN a nivel nacional, en el afán de permanecer en el podio y no dar debate, no le explican a las bases que, mientras los estatales cobran religiosamente, hay millones que aguardan el subsidio que garantiza el gobierno del peronista Alberto Fernández a fin de poder poner un plato de comida en el hogar.

Entre IFE, ATP y otros programas de asistencia al trabajo y la producción, el gobierno destina cerca del 4% del PBI, más de 1.5 billones de pesos mensuales para cuidar la salud y el trabajo de 9 millones de personas. Obviamente que no alcanza. Se requerirá de mucha más inversión. Y que los que más tienen más paguen, bancos, energéticas, financieras, hipermercados, agroexportadoras, por caso. Pero en el mientras tanto, la realidad dice que sin compromiso solidario el tránsito resultará más complejo.

Con sólo recorrer cada uno de los municipios de la región, recabar datos y testimonios, se desprende claramente que los y las empleadas municipales continúan conservando sus trabajos. La gran mayoría lo hace de manera remota desde sus domicilios. Si conservar el trabajo de por sí es un buen dato, no menos cierto es que han recibido, en medio de la pandemia, aumentos salariales entre un 25 y 30%, bonos especiales y el correspondiente pago de aguinaldo. Esta suerte de logros son derechos que le asisten, que quede en claro. La otra cara de la realidad fue que mucho personal ligado a la educación, docentes, han visto perder el pago de horas cátedra y extras; no perdieron el trabajo. Recibieron menos salario de bolsillo comparado con meses anteriores a la pandemia. Es lo que sucedió en Tigre y Vicente López. A partir de la rápida intervención sindical y de una adecuada avanzada política por parte del espacio del PJ-Frente de Todos, se logró mejorar la situación laboral en ambos casos.

La contracara la constituye el personal de salud, seguridad y tránsito sobre los que el Estado, en todos los niveles, ha compensado considerablemente las tareas. Por caso, en Vicente López dicho personal, en algunas circunstancias, percibe $5.000 por un día de trabajo, producto de las horas extras.

Al respecto, Víctor Pirillo aseguró ante la consulta de Lo Nuestro, que “no podemos estar satisfechos con los niveles salariales, no perdamos de vista que con Cambiemos padecimos las peores pandemias, una caída real de nuestros salarios como en las peores épocas de la dictadura”. Y en referencia a si los estatales son “privilegiados”, se ríe y dice: no, eso es mucho, seremos privilegiados cuando tengamos salarios dignos de verdad que nos permitan acceder a una vivienda confortable, poder educar a nuestros hijos sin sobresaltos, ir de vacaciones, salir a cenar con la familia sin lamentarlo; privilegiados seremos sabiendo que el resto de los trabajadores del país también logran los mismos beneficios, eso, hoy, es una realidad compleja de alcanzar, la pandemia nos impuso una vara nunca pensada”. “Sin nos comparamos con otros compañeros y compañeras de gremios a los que le bajaron salarios o están cobrando a cuentas gotas, tal vez podríamos decir que somos “privilegiados circunstanciales”” cuando vuelva la normalidad volveremos a ser los resagados, remató Pirillo para cerrar diciendo: “hay que nivelar para arriba, ¿se entiende?”.

Foto: Víctor Pirillo, conjuga sindicalismo con su pasión por la historia que lo ha llevado a la literatura

Hugo Russo es el Secretario Gral. de la Asociación Judicial Bonaerense de San Isidro, y al ser consultado sobre el rol del trabajador estatal y esta suerte de “jerarquización” que surge por la pandemia, aseguró que “es la discusión que estamos dando en nuestra organización y en el movimiento obrero” y agrega que el debate excede el marco salarial. “Discutir el rol del trabajador y trabajadora en la distribución de la riqueza es parte de nuestra actual agenda, la pandemia nos da una oportunidad increíble porque ahora, por ejemplo, se ve claramente la importancia del rol del Estado”, añade. El dirigente, es de los que abona la línea que propone el gobierno nacional consistente en la “reactivación del mercado interno” y para esto señala: “es necesario poner dinero en el bolsillo del trabajador/a que son los que no la van a fugar a paraísos fiscales, compran en el mercado de la esquina”.

“Lo que no podemos perder de vista es el desastre que nos dejó Macri y Vidal”, explica Russo para recordar que el gobierno de Cambiemos “nos dejó salarios por debajo de la línea de pobreza”, por lo tanto, dice “mal podríamos ser evaluados como “privilegiados”: “Como trabajadores comprendemos el valor de la solidaridad, sabemos que hay millones de compañeras y compañeras que la están pasando muy mal, esto no lo perdemos de vista, muy por el contrario nos exige ir a fondo en esto que te decía, discutir un modelo en que la justa y equitativa distribución de la riqueza sea una realidad efectiva”, concluyo el judicial Hugo Russo.

Foto: Hugo Russo celebrando, junto a los Judiciales, habar logrado frenar la arremetida del gobierno de Cambiemos

Por su parte, Gustavo Seva ex Secretario Gral.del Gremio de Municipales de San Isidro y actual Secretario Estadístico y de Capacitación de la Federación de Trabajadores Municipales de Buenos Aires, confió que “los y las trabajadoras municipales no podemos sentirnos privilegiados cunado todavía tenemos intendentes que intentan socavar derechos adquiridos no dando cumplimientos a leyes vigentes”. Y no deja pasar la oportunidad para recordar que en la “provincia arrasada” que dejó Vidal “hay cerca de 35.000 monotribusitas que le factura a municipios, no tributan al IPS lo que significa profundizar el deterioro financiero del mismo, son trabajadores y trabajadoras que no tienen relación de dependencia , los intendentes alientan esto, es terrible, los compañeros y compañeras están precarizados, por eso celebramos lo que acaba de hacer Kicillof al regularizar a 15.000 trabajadores que los pasó a planta permanente en la provincia de Buenos Aires”.

Foto: El sanisidrense Gustavo Seva de la Federación Municipal de Buenos Aires

En cuanto a las ventajas relativas, al punto de poder ser catalogado de “privilegiados” que tiene el empleado estatal en medio de una pandemia que socava salarios, producción y empleos, Seva discrepa con la mirada. “No considero que seamos un sector privilegiados” refiere ,para detallar: “en realidad, los estatales tenemos, por ley, estabilidad laboral, es un principio constitucional, sin embargo, en la provincia de Buenos Aires tenemos intendentes que no hacen caso a la ley. Es verdad que en tiempos de crisis como la que estamos padeciendo hay ventajas, “privilegios” dicho esto entre comillas, de estabilidad con respecto al privado, pero en tiempos cuando las crisis aflojan o hay determinada bonanza, lo sueldos, quedan relegados ente el sector privado y el nuestro; como se dice, los salarios privados van por el ascensor, los nuestros por la escalera. Casi siempre, los sueldos de los estatales son a la baja, por eso no creo que podamos ser considerados “privilegiados”, sí somos solidarios y lo estamos demostrando en todos los ámbitos de trabajo”.

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