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Mientras la Ministra Pettovello esquiva explicar hechos de corrupción, el país asiste a una preocupante degradación institucional

Por reclamar, cuestionar y peticionar frente al Congreso de la nación, 35 personas fueron detenidas acusadas de "sedición" y “alzarse contra el orden constitucional”. La jueza Servini dispuso liberar a 16 "terroristas". Una movilización con 1 millón de personas en las calles, sin presencia policial, ningún problema.

El vidrioso y cuestionado fiscal Stornelli, el gran acusador de los "terroristas".


Mientras la Ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, la gran protegida del presidente Milei, esquiva dar explicaciones sobre las graves acusaciones que pesan sobre su gestión por diversos hechos de corrupción, y el gobierno viene de obtener un voto positivo en favor de la Ley Bases, de las 35 personas califcadas com terroristas que se encontraba detenidas a disposición de la justicia federal, 16 aún permanecesn detenidas. Fueron detenidas, previa brutal represión policial, al momento de pretender manifestarse y expresar frente al Congreso de la Nación. Paralelamente, la dirigencia política -la CGT, extrañamente no convocó a la movilización- no parece estar a la altura de las circunstancias ante semejante gravedad institucional que socava un valor esencial de la democracia como es movilizase, peticionar y ganar las calles. A la dirigencia, salvo honrosas excepciones entre ellas la del peronista Horacio Pietragalla, ex secretario de Derechos Humanos del gobierno del Frente de Todos; Leopoldo Moreau, al igual que diputados del FIT y organizaciones sociales, y alguna que otra sindical, no se la ve caminando los Tribunales y yendo a las cárceles donde se encuentran los detenidos, conteniendo a los familiares y prestando asistencia a los retenidos.


Por esas cosas nada casuales, la ex Montonera tirabombas de Barrio Norte, logró que las y los detenidos, entre ellos vendedores ambulantes y estudiantes de la Universidad de San Martín, cayeran bajo las garras judiciales del cuestionado fiscal Carlos Stornelli, el mismo que el actual Ministro Mariano Cúneo Libarona acusaba de apretar a empresarios detenidos para que dijeran, si querían ser liberados, que pagaron coimas bajo el gobierno de Cristina Fernández. La jueza interviniente es María Servini.


Al respecto, cabe señalar que la jueza federal, María Servini, indagó durante la noche de este jueves a los primeros diez detenidos por haber provocado “desmanes” en inmediaciones del Congreso Nacional durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado.


Estos diez detenidos, inicialmente, habían quedado bajo la órbita federal y fueron indagados en las últimas horas. Luego de las audiencias, las defensas pidieron la liberación y, durante este viernes, la jueza resolverá si concede o no las libertades.

Mientras tanto, la magistrada tras indagar a otros 23 acusados que estaban bajo la órbita de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires dispuso liberar a 17 de ellos. El resto permanece detenido en penales.


Entre los detenidos se encuentra Santiago Adano, músico y ex integrante de Julio & Agosto que se manifestaba pacíficamente. Está detenido desde el miércoles y fue trasladado anoche al penal de Marcos Paz, acusado de “alzarse contra el orden constitucional”, entre otros cargos.


Las acusaciones judiciales son, además de “alzarse contra el orden constitucional”, el delito de “sedición” contra el gobierno nacional.

En medio de tanta locura y atropello institucional, el gobierno dijo que "grupos terroristas pretendían armar un golpe". Semejante planteo, que en un Estado de derecho serio y responsable y con un Poder Judicial inmaculado no hubiera pasado como una simple ocurrencia de un funcionario, no contó con ningún respaldo objetivo y, mucho menos, pruebas concretas al respecto. Es un verdadero relato pergeñado, dicen, por mentes fantasiosas y perversas.


En este marco, “la jueza Servini de Cubría tiene 24 horas para responder al pedido de excarcelación de la defensa”, señalan los familiares. Y agregan: "la causa tenía otra carátula y se esperaba que los detenidos fueran liberados luego de tomarles indagatoria. Sin embargo, un dictamen del Fiscal Stornelli con pedido de múltiples imputaciones y pedido de prisión preventiva demoró su liberación”.


Si preocupante es la detención de quienes se expresaban libremente y de manera pacífica, no menos llamativo resulta que aquellos que, por ejemplo, dieron vuelta un automóvil y lo incendiaron no se encuentran entre los detenidos.

La sospecha fundada por la historia es que infiltrados, tal vez ligados a algún servicio de inteligencia, hayan sido los verdaderos causantes de los desmanes, sin que esto excluya la manifiesta provocación generada por uniformados, tal cual quedó reflejado en las pantallas. 


Es decir, la presencia policial no es garantía de orden. La historia así lo demuestra. El caso más concreto que abona esta realidad es que la mecha en defensa de las universidades movilizó a más de 1 millón de personas. No hubo presencia policial: No hubo un solo desmán. No más preguntas, señor juez.

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