Macri se reunió con Milei y se topó con la pared
- Editorial Tobel
- 3 nov
- 2 Min. de lectura
Salió desairado y defraudado tras la cena en la Quinta de Olivos. Fractura en el PRO

Instantes antes de ingresar a comer milanesas en la Quinta de Olivos, invitado por Javier Milei con la anuencia de su hermana Karina, “El Jefe”, el presidente del PRO, Mauricio Macri, recibió un baldazo de agua fría: la ex Montonera de Barrio Norte, Patricia Bullrich, anunciaba que sumará 7 legisladores que le responden al bloque de La Libertad Avanza.
No conforme con esta estocada, la ultraderecha gobernante, mientras las milangas se cocinaban, le descargó otra más al expresidente: la partida de Guillermo Francos será cubierta por Manuel Adorni. Macri la calificó como “una mala noticia”. “La salida de un hombre con capacidad y equilibrio como Guillermo Francos, que para la ciudadanía representaba sensatez, para ser reemplazado por otro sin experiencia, no parece ser una buena señal”, escribió el expresidente en redes sociales.
Fue a la cena en el convencimiento de poder encontrar a un Milei “abierto” y “permeable”, con ganas de "oxigenar el gabinete”. En este sentido, Mauricio Macri propuso como reemplazante de Francos a Horacio Marín, actual presidente de YPF, a quien definió como “una persona idónea, con perfil técnico y experiencia en conducción y coordinación de equipos”.
El saldo que dejó la cena entre Milei y Macri, según se desprende, fue negativo para el presidente del PRO. Se fue con las manos vacías y la ratificación que la injerencia de Karina Milei torna imposible cualquier marco de “sensatez”.
Milei está, como era de esperar en una persona emocionalmente desequilibrada, con la espuma triunfalista a flor de piel. Si la intención de la mesa chica del gobierno y, en particular, de Karina Milei -en esto coincide Santiago “Billetera” Caputo que está rivalizando de manera abierta- es sacar al PRO de la cancha política, la cena fue otra muestra más de esta alquimia. Así como los relegó a un segundísimo plano en el armado electoral a nivel país, lo propio parece ejecutar al momento de “reoxigenar el gabinete nacional”.
Mauricio Macri, a diferencia de su primo Jorge, no termina de convencerse que “Roma no paga traidores”. No se puede estar de los dos lados del mostrador. Sobre esto, quien da cátedra es Patricia Bullrich, casta eterna y patricia: siempre del lado de la caja estatal.












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