Coimas en Casa Rosada: allanamientos, citación al principal imputado y ¿un gato en el tejado?
- Editorial Tobel
- 22 ago
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A partir de la denuncia del abogado Gregorio Dalbón la justicia, extrañamente, actúo con celeridad. Lule Menem y Karina Milei en el ojo de la tormenta

Foto. CEDOC. Darío Spagnuolo y su amigo Javier
A partir de una denuncia penal presentada por el abogado Gregorio Dalbón, considerando que la filtración de audios donde se escucha al ahora exfuncionario y amigo de Javier Milei, Darío Spagnuolo, brindando detalles de los supuestos pedidos de coima entregados por la droguería Suizo Argentina a funcionarios del gobierno -se señala a Lule Menem y Karina Milei-, la justicia se vio en la necesidad de actuar. Ningún fiscal y juez actuó de oficio.
La denuncia cayó en manos del juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi, quienes, llamativamente y como si soplaran nuevos vientos, actuaron rápidamente.
Gregorio Dalbón acusó la existencia de “un esquema de cobro y pago de coimas (sobornos) relacionadas con la compra y provisión de medicamentos, con afectación directa a los fondos públicos, hechos que encuadran en los delitos de cohecho, administración fraudulenta, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas e infracción a la ley de Ética Pública”.
Además de los hermanos Milei, la denuncia involucra al asesor presidencial, Eduardo “Lule” Menem,
-primo del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem-, al titular de Andis y exabogado personal del presidente, Diego Spagnuolo, y al dueño de la empresa comercializadora de medicamentos Suizo Argentina S.A., Eduardo Kovalivker.
Dentro de este marco, el fiscal Franco Picardi pidió los allanamientos que se realizaron en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) y en la droguería Suizo Argentina, que está denunciada en la causa. También en domicilios vinculados a los dueños de la droguería que pertenece a Eduardo Kovalivker. También el domicilio que el empresario tiene en Nordelta.
Darío Spagnuolo continua inhallable. Mientras tanto, en Casa Rosada reina un clima de desconcierto y desprotección. Sienten, intuye, como si algún gato se filtrara por los despachos logrando recabar comprometedoras escuchas que, dicho sea de paso, no fueron desmentidas por presidencia. Lo que da crédito a lo manifestado por el renunciado funcionario mileista.












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