Un 24 de marzo con lágrimas y mucha, mucha esperanza
Una multitud llenó Plaza de Mayo y cada una de las plazas de todo el país. Repudio al negacionismo, violencia institucional y fundamentalismo ideológico que intenta plantar el gobierno nacional
Lágrimas por aquellas 30 mil almas que se llevó la dictadura cívico-militar del 76. Lágrimas (de alegría) por saber que el camino de Memoria, Verdad y Justicia continúa consolidándose a partir del compromiso de nuevas generaciones en materia de Derechos Humanos. Esta puede ser una de las tantas fotografías de esta gran película construida por más de 300.000 personas que se movilizaron a Plaza de Mayo -domingo 24- para decir “Nunca Más”, repudiar el negacionismo y violencia institucional del gobierno de los hermanos Milei y de Juntos por el Cambio, y rechazar el modelo ideológico del actual gobierno. Y, seguramente, lágrimas de alegría por comprender que en la unidad de concepción radica la unidad en la acción; de ahí en más, buscar consensos políticos que selle, en lo posible, una verdadera alternativa política que supere al oficialismo con su "miseria planificada" destinada a la gran mayoría de la población.
Como si los dioses nuevamente se pusieran al lado del pueblo, de la gente de bien, la jornada a pleno sol, repleta de familias, militantes, organizaciones políticas, sindicales y sociales, arribaron a una plaza que los recibió bajo la consigna “30 mil razones para defender la patria, nunca más miseria planificada”. Los organismos marcharon desde el mediodía convergiendo en la intersección de la Avenida de Mayo y Piedras para de ahí encaminarse a la Plaza, donde desde las 15 se leyó un documento. Al igual que cada uno de las cientos y cientos de marchas anteriores, el clima de tranquilidad y pacificación volvió a prevalecer.
Una marcha promovida por los organismos de derechos humanos que contó con adhesión de todo el arco político nacional a excepción de la derecha gobernante. Quien fue bien recibida fue la UCR nacional que, con el senador y presidente del centenario partido, Martín Lousteau, marchó a la plaza. También se sumó a la convocatoria Horacio Rodríguez Larreta.
“Las constantes provocaciones de Milei y Villarruel niegan todos los pactos internacionales con rango constitucional”, advirtió la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en la primera parte del mensaje, en el que se pidió por la sanción de una ley antinegacionista.
La titular de Abuelas agregó luego: “Los principales civiles del terrorismo de Estado continúan en su mayoría impunes: son el poder económico y empresarial del genocidio. Exigimos juicio y castigo ya”.
En el texto, Carlotto cuestionó también una de las últimas medidas adoptadas por el gobierno para combatir el narcotráfico en Rosario: “La participación de las Fuerzas Armadas en conflictos internos pone en riesgo los DDHH de todos”, dijo la titular de Abuelas.
Luego le siguió el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien rechazó “el negacionismo y la apología del terrorismo de Estado” que respalda el Gobierno.
“El gobierno ejecuta de manera acelerada el plan de ajuste más despiadado de estos 40 años, que es una reedición de la miseria planificada por Martínez de Hoz”, advirtió el dirigente de derechos humanos.
En tanto, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ), junto a organizaciones políticas de izquierda, movimientos sociales y estudiantiles concentraron a las 14 en Avenida de Mayo y 9 de Julio y estaba previsto que lean su documento en Plaza de Mayo alrededor de las 16. Entre las principales consignas anunciadas a través de un comunicado por el EMVJ se encuentran: “Son 30 mil, fue y es genocidio, basta de impunidad”, piden por “el juicio y castigo a todos los genocidas en cárcel común” a lo que suman reclamos coyunturales como el pedido de “un paro y plan de lucha a las centrales sindicales”, el rechazo al pago de la deuda con el FMI y el repudio al “plan reaccionario, de ajuste, entrega y represión de Milei y los gobernadores”, entre otros.
Con aporte informativo: “SOMOS TELAM”
