Traición y prebendas garantizaron el Presupuesto 2026

El gobierno nacional logró 46 votos por la afirmativa y 25 por la negativa; una abstención. El gobierno nacional ofreció, como moneda de cambio para garantizar el voto de senadores enrolados en la oposición, no pocas prebendas.

 

Por: Tano Armaleo.- La política, al igual que la vida misma, se conforma por múltiples pliegues donde traición y lealtad conviven. El problema es que muchos dosifican la política con más traiciones que lealtades. Son los que llegan con un discurso y, sin mucho miramiento, cambian de prosa por distintos motivos. Es lo que se vivió, ayer viernes 26, en el Senado de la Nación al momento de votarse el presupuesto 2026 impulsado por la ultraderecha gobernante. Una ultraderecha que no dudó en volver a insistir con viejos métodos políticos: traiciones a base de prebendas.

La sanción del Presupuesto, que en diputados mereció serias objeciones y el rechazo de no pocos capítulos y articulados, especialmente en materia de financiamiento en áreas como educación, ciencia y tecnología, y discapacidad, en el Senado encontró luz verde gracias a la traición de legisladores que llegaron como opositores y votaron como oficialistas, ampliar notas en siguientes links: Un presupuesto que liquida el futuro en el altar de los mercados; y Euforia en el Gobierno por el triunfo legislativo y la validación de la división de roles en la negociación; respectivamente.

Quienes siguieron la votación o leyeron portales y medios gráficos recabaron claramente que se votó un Presupuesto que profundiza el desfinanciamiento en educación, ciencia y tecnología. Además, garantiza beneficios fiscales a evasores (Inocencia Fiscal), y no contempla apoyo a economías regionales y a la producción y desarrollo nacional. Es decir, el modelo oficial replica viejas y fracasadas recetas que el país ya vivió. Los beneficiarios de este sistema -algunos lo definen como la teória dle derrame- siempre son los mismo.

Un logro (la aorobación del Presupuesto) para el gobierno de la alianza gobernante (LLA-PRO-UCR) que gracias a estos saltimbanquis de la política, durante el 2026 podrá profundizar un modelo ideológico, neoliberal, priorizando la matriz especulativa y extractivista sobre el desarrollo productivo nacional, tal cual acusaron senadores que no traicionaron su mandato.

La traición puede provenir de los mismos principios del que abrevan figuras como las del exdiputado Kueider, José Luis Espert, la diputada Lorena Villaverde o funcionarios como Karina Milei o el exdirector de Discapacidad, Darío Spagnuolo. En los años del gobierno del presidente Fernando de la Rúa, y donde Patricia Bullrich era Ministra, los votos para una reforma laboral se intentaron conseguir con dinero de la SIDE. Fue el denominado voto Ley Banelco. La denuncia alcanzó tal nivel de corrupción que el vicepresidente Chacho Álvarez, a modo de distanciarse de estas prácticas, renunció.

La votación de ayer en el Senado también responde, en gran medida, a este tipo de prácticas reñidas con la transparencia institucional y lealtad electoral. Como se desprende de la votación, muchos senadores que llegaron al recinto enfrentando y cuestionando el modelo de la ultraderecha -por eso fueron votados- ayer omitieron ese mandato. Prefirieron profundizar el descrédito a la política. Es decir, contribuyen a que los Milei de la vida continúen con sus falsos relatos y con el plan de “destrucción del Estado desde adentro”.

Una cosa es buscar, alentar el diálogo y el consenso y otra muy distinta la traición. Precisamente esto es lo que percibió un buen sector de la población. Y lo más grave aún, consideran -equivocadamente, por cierto- que todos son iguales. Por lo tanto, y frente a estas cuestiones, cobra fuerza aquello que algunos se plantean no sin razón: eyectar de las bancas a quienes traicionan el mandato electoral. Para esto, el primer paso sería recuperar la identidad de los partidos políticos, democratizarlos. Algunos están comenzando a desandar dicho camino. Es condición necesaria, no suficiente. La instancia posterior, interpretan sectores como por ejemplo, Primero Vicente López, es dar vida a un nuevo Contrato Social que amplíe el horizonte electoral.