San Fernando libra la gran batalla cultural por el cuidado del medio ambiente
- Editorial Tobel
- 7 jul
- 2 Min. de lectura
Dentro del marco del programa “EcoSanfer” entregó más bolsas reutilizables para promover que no se usen bolsas plásticas.

La mentira, al igual que los falsos relatos, tiene partas cortas. Argumentar que el cambio climático, el daño ambiental y el consiguiente perjuicio que ocasiona a la naturaleza y a la especia humana “es un invento del socialismo, de comunistas”, tal cual insiste el intolerante y autoritario primer mandatario, es tapar el sol con la mano. Salvo que se pretenda cuidar intereses espurios y de aquellas empresas que contaminan, la “agenda ambiental no puede ni debe ser soslayada” por quienes tienen responsabilidades institucionales. Desde el Papa Francisco a la ONU, hasta el G7 y 20 respectivamente, y el BRICS, a excepción de países como EE.UU y la Argentina de Milei, todos abonan el referido criterio: consolidar el acuerdo de París e ir por más. Una acción fundamental, más allá de las cuestiones estrictamente técnicas, es generar conciencia sobre la problemática.
En este sentido es donde el municipio de San Fernando, desde hace décadas viene incursionando dentro de esta saga. Lo hace a través de programas concretos como EcoSafer que incluye, entre otras facetas, la superación y reciclaje de basura en planta propia ubicada en Victoria. Dentro de este marco, y haciéndose eco del Día Mundial Libre de Bolsas Plásticas (3 de julio), el municipio emprendió una acción de concientización en puntos muy transitados de la ciudad.
Partícipe de la actividad la secretaria de Medio Ambiente, Eva Andreotti, insistió en que "tenemos que recuperar la costumbre de la abuela que iba con su bolsa a hacer las compras; es importante para cuidar a nuestra casa común".

De este modo, el equipo de EcoSanfer llevó adelante acciones de concientización en la plaza Mitre, el centro comercial de Virreyes, las 5 esquinas de Victoria y el centro comercial Buena Vista, repartiendo bolsas reutilizables.
Las bolsas plásticas de un solo uso, que hasta hoy son entregadas con la compra de los más diversos artículos, “son altamente contaminantes y degradables luego de una gran cantidad de años, y suelen terminar en los cursos de agua arrastradas por los vientos”.
También participó de esta jornada el Director General de Políticas Ambientales, Gabriel Tato.












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