Ramón Lanús a los adoquinazos contra las políticas de Milei
- Editorial Tobel
- 5 ago
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El municipio encaró nuevamente trabajos de preservación del adoquinado histórico. Paralelamente, La Libertad Avanza persiste en no realizar obras para la comunidad. De hecho, no inauguró ninguna en todo el país: récord histórico

Al igual que años anteriores, el municipio encaró obras de mantenimiento y preservación del tradicional adoquinado del casco urbano del centro de San Isidro. La ejecución procura garantizar “una circulación segura y conservar el valor patrimonial de sus calles”. El lado opuesto de esta obra pública encarada por el intendente Lanús la ofrece el gobierno del autoritario y violento presidente Milei que, en consonancia con sus socios del PRO y la UCR, eliminó todo tipo de obras para la comunidad. Tampoco se preocupa por preservar valores culturales. Entendible en un presidente que goza del insulto y maltrato sobre quien opina distinto. El problema no es del chancho sino de quien lo engorda.
En cuanto a los trabajos en el casco urbano de San Isidro, el Municipio lleva adelante la renovación y puesta en valor de estas tradicionales calzadas. Ya se realizaron intervenciones en tramos de Av. del Libertador, entre las calles Alem, Martín y Omar, y Belgrano. Actualmente, por un plazo estimado de dos semanas, los trabajos continúan sobre la calle Brown, entre 25 de Mayo y Libertador.
Las tareas buscan corregir hundimientos producidos, en su mayoría, por raíces de árboles y el paso del tiempo y así asegurar una circulación segura sin perder la esencia del paisaje urbano. Además, se incorporan mejoras estructurales en los tramos con tránsito intenso o pesado, donde se construye una base de hormigón sobre la cual se recolocan los adoquines, brindando mayor durabilidad.
Durante las intervenciones, a las tareas realizadas en calzadas se les suma la alineación de todos los cordones de granito y la reparación total de las veredas. Estas tareas permiten que los peatones puedan transitar mejor la zona, aportan mayor seguridad vial y conservan en buen estado los árboles que son patrimonio natural del paisaje de la zona.
Desde el área de Obras Públicas explicaron que el proceso incluye un primer trabajo correctivo a partir del “raleo” de raíces de las tipas centenarias, árboles nativos de San Isidro. Es un trabajo artesanal manual donde se cortan las raíces que están entrelazadas en los adoquines dañados y se limpia toda la base con una mezcla de suelo seleccionado, cemento y arena. Luego se reponen las piezas originales, sumando nuevas en caso de ser necesario. Finalmente, se realiza la compactación para estabilizar la superficie y extender su vida útil.
De acuerdo con la explicación oficial, el origen de los adoquines se remonta a la época colonial, cuando se utilizaban para pavimentar las calles y proporcionar una superficie duradera para el tránsito.












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