Por la irresponsabilidad del gobierno de Milei se agravaron las inundaciones en la provincia
- Editorial Tobel
- hace 12 minutos
- 2 Min. de lectura
Dejó de financiar las obras en la cuenca del río Salado

La información cruda, concreta, es que el gobierno nacional, que tiene como mascarón de proa a Javier Milei, frenó las obras en la cuenca del río Salado agravando el cuadro de inundaciones en la provincia de Buenos Aires. Dejó de pagarles a las empresas, así de simple y cruel. De este modo, a los estragos que ocasionan las constantes lluvias, lo que lleva a un alto nivel de saturación hídrica de las tierras, la falta de obras le sumo un listón dramático: más de 2 millones de hectáreas bajo el agua, muerte de animales y partidas económicas cercanas, dicen productores, a los 5.000 millones de dólares.
Son las empresas contratistas encargadas de los trabajos de dragado que denunciaron la falta de pagos por parte de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y su reciente orden de neutralización de los trabajos. La encargada de la ejecución, de que las obras se concreten, es la provincia. Siempre y cuando el dinero sea remitido por el gobierno nacional. Cosa que dejó de remitirse tras la llegada de La Libertad Avanza.
Ante semejante cuadro de destrucción y frente al desinterés del gobierno de Milei en remitir los fondos, intendentes de la zona expresaron su sorpresa al observar que el Fondo Nacional de Fideicomiso para Infraestructura Hídrica, creado por el Decreto N° 1381/2001, cuenta con los fondos suficientes para saldar las deudas con las empresas contratistas y para continuar los trabajos.
Lo que resulta más preocupante es que “estos fondos han sido depositados en plazos fijos, generando ganancias para el Estado a costa de la paralización de las obras”.
Mientras esto toma estado público, otro escándalo sacude al gobierno nacional. Ningún funcionario sabe decir dónde están los 2.000 millones de dólares, remitidos por el gobierno de los EE.UU, para evitar una corrida cambiaria que le hubiese infligido, seguramente, una segura derrota electoral. Sí se sabe, así lo manifestó el Secretario del Tesoro de los EE.UU, que gracias a dicha especulación financiera obtuvo una ganancia cercana a los 300 millones de dólares en menos de 15 días.











