Odio, desgobierno, persecución política y mentira, combo explosivo según Sebastián Galmarini
- Editorial Tobel
- hace 3 horas
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Con la intención de tapar la crisis, el gobierno de Milei ahora carga contra periodistas y medios de comunicación independientes.

No pocos analistas y ciudadanos de a pie, sin que esto implique otro tipo de vinculación, hacen una analogía del despliegue propagandístico del gobierno con el montado por Joseph Goebbels, ministro de propaganda alemán. El ministro pronuncia un discurso la noche de la quema de libros.
Con una economía que no logra repuntar tal cual marcan los principales indicadores oficiales, por caso INDEC, y cuando lo hace sólo beneficia a un selecto grupo de la población, mientras la clase media, el que produce (Pymes) y trabaja la padece, el gobierno del presidente Milei, con la anuencia de sus socios del PRO y la UCR, utiliza la vieja metodología implementada por el nazismo en cuanto a comunicación se refiere. Mentir, perseguir a opositores, acusarlos de cuanto mal existe en el planeta. Todo con un solo objetivo: tapar la realidad. Y, si el blindaje continúa, institucionalizar y naturalizar un gobierno autoritario y violento.
Ahora, luego de abandonar los insultos al Papa, al igual que a los “viejos meados” (jubilados), a la casta política y contra los "soretes" y "coimeros" diputados y gobernadores, al primer mandatario le impartieron cargar contra el periodismo y medios de comunicación que tienen una mirada distinta al modelo ideológico que, como mascarón de proa, intenta imponer.
“Lo que hace Milei, es muy, muy grave”, manifestó el dirigente y actual director del banco Provincia, el sanisidrense Sebastián Galmarini, en referencia a la violencia descargada por el gobierno sobre la prensa independiente.
“No sólo las agresiones a periodistas y empresas de comunicaciones, sino también el uso indiscriminado de las redes sociales para agredir, difamar, mentir e instalar fake news contra cualquier opinión disidente”, agregó el peronista.
Además, Galmarini, en coincidencia con no pocos sectores de la población, detalló que “lamentablemente, no le damos la centralidad e importancia que merece por las características de los personajes que integran este desgobierno. O peor aún, muchos se creen beneficiados si atacan a algún dirigente, periodista o medio que contradice sus intereses inmediatos de corto plazo”.
Siempre con el ánimo de tapar la realidad, el gobierno manipuló a sus operadores rentados para continuar escalando con la violencia institucional. Los instó a salir a reforzar la violencia contra quienes opinan distinto.
Bajo este marco, el influencer libertario, Daniel Parisini -conocido como "El Gordo Dan"- pidió que el Presidente "meta preso a algún periodista por decreto como hizo (Raúl) Alfonsín", en alusión a lo ocurrido durante el gobierno radical en octubre de 1985.
“Este círculo vicioso y decadente parece alimentar la violencia decadente de Milei y sus adláteres”, concluyo Sebastián “Patito” Galmarini.
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