Los dinosaurios del PJ resisten y las bases reclaman democratizar el partido
- Editorial Tobel
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Sin interna desde hace años, dirigentes regionales y espacios como el Centro Cultural Arturo Sampay de Zona Norte entienden que democratizar al PJ es el primer paso para luego convocar al resto del arco político que se opone al modelo “cruel de la ultraderecha gobernante”.

Tras los resultados electorales que ubican al peronismo como la principal fuerza política opositora y con alto caudal de votos -35% en nación y 40 en la provincia-, es imperiosa la necesidad de ampliar el horizonte electoral y seducir a un electorado partiendo de la “democratización del Partido Justicialista” para luego encarar el desafío más fuerte: “abrir sus puertas, convocar al conjunto del pueblo y articular un nuevo Contrato Social que una al trabajo, la producción y desarrollo nacional y la justicia social”. Así lo entienden desde el Centro de Estudio Arturo Sampay de Zona Norte integrante de Primero Vicente López.
En esta sintonía también se ubican figuras como el intendente Fernando Gray, el ex Secretario de Deportes Fernando “Pato” Galmarini, el intendente Julio Zamora, al igual que sus pares de Avellaneda y Ensenada, entre tantos más, cada uno desde su escenario, sin decirlo abiertamente, sostienen: basta de dinosaurios que se perpetúan en nombre de la historia.
“El debate sobre la democratización del peronismo no puede postergarse más. No se trata sólo de revisar lo ocurrido en una elección, sino de repensar cómo reconstruimos la herramienta política que nos dio identidad, conducción y proyecto de país”, explicó José “Pepe” Armaleo del Centro Arturo Sampay que acaba de elevar un documento al respecto.
En el escrito se analiza que “democratizar al Partido Justicialista es una condición necesaria para recuperar la iniciativa. Pero la democratización no empieza en los congresos ni termina en las listas: empieza abriendo masivamente la afiliación, eliminando trabas burocráticas y garantizando que cada trabajador, jubilado, joven, mujer o militante que se sienta parte del movimiento pueda afiliarse y participar sin obstáculos”. Y agregan: “el peronismo no puede ser un club cerrado: si quiere volver a representar a las mayorías debe volver a ser un partido de puertas abiertas. No alcanza con renovar autoridades; hay que renovar sentido. Democratizar sin proyecto es vaciar de contenido el proceso. Por eso, el desafío es democratizar para transformar, no sólo para administrar”.
Además, ponen de relieve que “convocar al pueblo trabajador y a los sectores productivos no es una consigna abstracta: es la base material de un nuevo Contrato Social y Económico que reconstruya al país desde abajo, con políticas que promuevan la producción, el trabajo digno, la inversión y desarrollo nacional y el consumo interno y que contemple una justa distribución de la riqueza. Esa es la única manera de volver a poner en marcha la rueda virtuosa del desarrollo y la justicia social”.











