La historia la repiten, la fuerzan
- Editorial Tobel
- 24 mar
- 3 Min. de lectura
Estados Unidos y la intromisión política en Argentina
Columna de Opinión: Por José "Pepe" Armaleo*

La reciente decisión del gobierno de Donald Trump de sancionar a Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos con la prohibición de ingreso a Estados Unidos evoca uno de los momentos más icónicos de la historia política argentina: la disputa entre el embajador estadounidense Spruille Braden y Juan Domingo Perón en 1945. Aquella intromisión estadounidense en la política nacional, lejos de debilitar al entonces candidato presidencial, terminó fortaleciendo su figura y consolidando su triunfo en las elecciones de 1946.
Hoy, casi ochenta años después, la historia parece repetirse. El Secretario de Estado, Marco Rubio, conocido por su alineamiento con la ultraderecha republicana, anunció la prohibición de ingreso a Estados Unidos de la expresidenta y sus hijos, argumentando presuntos casos de corrupción. La medida se produce en un momento político crítico para el presidente Javier Milei, quien enfrenta una fuerte pérdida de reservas, protestas sociales masivas y un escándalo de criptofraude que lo involucra directamente.
Braden, Perón y la soberanía nacional
En 1945, Braden se convirtió en el principal opositor de Perón, acusándolo de tener vínculos con el nazismo y promoviendo la candidatura de la Unión Democrática. Perón, lejos de ceder, utilizó la intromisión extranjera como bandera de lucha, sintetizada en el famoso lema "Braden o Perón". Aquella campaña demostró el rechazo del pueblo argentino a la injerencia de Washington en sus asuntos internos y fue clave para el triunfo peronista en 1946.
El paralelismo con la situación actual es ineludible. La decisión de Rubio y Trump se presenta como un intento de influir en la política argentina, al igual que lo hizo Braden en su época. Pero, al igual que en el pasado, esta intervención podría tener un efecto contrario al buscado, fortaleciendo la posición de Cristina Kirchner dentro del escenario político y reavivando un sentimiento de soberanía que atraviesa todas las fuerzas políticas del país.
Los 18 años de exilio de Perón y las sanciones a Cristina
El exilio de Perón tras el golpe de 1955 fue otra muestra de la influencia extranjera en la política argentina. Durante 18 años, el líder peronista fue proscripto, sus seguidores perseguidos y su partido prohibido. El argumento de la "lucha contra la corrupción" también fue esgrimido en ese entonces para justificar la proscripción del peronismo, como hoy se utiliza para sancionar a Cristina Kirchner.
La intención de Washington no es novedosa: en 1955 apoyaron la Revolución Libertadora, en 1976 respaldaron la dictadura militar y en el presente buscan debilitar a un sector político que, más allá de adhesiones o rechazos, representa una corriente con raíces populares y con peso en la historia argentina.
Cristina, Milei y la criptoestafa
Las sanciones a la exmandataria llegan en un contexto en el que el presidente Javier Milei enfrenta su propio escándalo de corrupción: la criptoestafa de la que participaron sus allegados y que perjudicó a inversores norteamericanos. Sin embargo, a diferencia de Cristina, sobre quien no pesa ninguna condena firme, Milei no sólo no ha sido sancionado, sino que cuenta con el respaldo de la administración Trump.
El paralelismo con la época de Braden y Perón es inevitable: el intervencionismo estadounidense, disfrazado de lucha contra la corrupción, siempre responde a intereses geopolíticos más amplios. Como en el pasado, la estrategia de la Casa Blanca podría fortalecer, en lugar de debilitar, a aquellos que buscan atacar.
Conclusión: la historia se repite
Desde Braden hasta Rubio, la historia ha demostrado que la injerencia extranjera en la política argentina suele generar el efecto contrario al esperado. Como en 1946, la discusión sobre la soberanía y el rechazo a la influencia de Washington podría terminar consolidando a quienes se busca debilitar.
La pregunta que queda en el aire es si la historia volverá a repetirse: ¿será este el nuevo "Braden o Perón" del siglo XXI?.
José “Pepe” Armaleo: Abogado, Magister en Derechos Humanos, integrante del Centro de Estudios Arturo Sampay de Zona Norte.
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