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La difícil tarea de ser tolerante y ponerse de acuerdo

Agrupaciones ambientalistas montaron un festival en el Paseo de la Costa para expresar su malestar en torno a la construcción de un nuevo puente peatonal sobre el arroyo Raggio, que reemplazará al que hoy une Vicente López y CABA.


“En Vicente López, mientras Jorge Macri –ahora refugiado en CABA y buscando proyección para su carrera política– y la Intendenta interina, Soledad Martínez, se llenan la boca hablando de la supuesta sustentabilidad del distrito y de lo mucho que trabajan para el disfrute de la costa, no son más que pantallas. Constantemente repiten el patrón de hacer obras vistosas e innecesarias en la ribera, colocando caminos o bicisendas donde no son necesarios porque ya existen otros, cementando y cercenando espacios verdes”, es parte del documento que dieron a conocer distintas agrupaciones vecinales ligadas al cuidado del medio ambiente. Esto sucedía el pasado fin de semana, domingo 26, cuando, en el Paseo de la Costa de Vicente López, decenas de vecinos se convocaron para sumarse a decir “NO al proyecto del puente dañino, innecesario e inconsulto sobre el humedal del arroyo Raggio”.


El festival contó con el acompañamietno de diversos partidos políticos enrolados en la oposición al gobierno municipal, y, de concejales del Frente de Todos


El proyecto en cuestión, que muchos ven con buenos ojos, y agrupaciones vecinales nada quieren saber ceder espacio verdes y públicos por mejoras urbanas, se refiere a un puente peatonal que unirá de manera más confortable, el Paseo de la Costa con el Parque de los Niños en CABA: ampliar información en nuestro portal WEB: Construyen el puente de la discordia, el tiempo dirá si es el de la tolerancia.



El reparto de volantes y las conversaciones mano a manos con cientos de personas que, mientras paseaban y disfrutaban del Paseo de la Costa, construido, vale recordar durante el gobierno de Enrique García, se enteraban que miles de vecinos de Vicente López dicen:”BASTA de torres que destruyen la identidad barrial, saturan los servicios, alteran las brisas y el asoleamiento y generan islas de calor; BASTA de maltrato al arbolado público y de talas indiscriminadas como en la ex Atanor; BASTA de cementar la ribera y los espacios verdes públicos; BASTA de contaminación industrial; SÍ a una mejor calidad de vida; SÍ a más y mejores espacios verdes públicos y a la protección de las áreas naturales; SÍ a la restauración de la arboleda de la ex Atanor”.


Detrás de la actividad, subyace una manera de construcción política municipal que no siempre contempla y pone en oído a reclamos sectoriales. En este caso, el proveniente de entidades ligadas a la lucha por un medio ambiente que respete y contemple la mayor diversidad posible. Y también surge contemplar y tolerar, que los justos reclamos sectoriales no siempre se compadecen con las necesidades del conjunto.


Cuando estos cruces se producen, tal cual sucede en Vicente López donde la gestión macrista (Jorge Macri) hizo de las excepciones al Código Urbano un verdadero festival, es dónde debería imperar el diálogo y sobre todo, la tolerancias; no sentirse sueño de la pelota.


Muchas de estas organizaciones, vale recordar, son las que oportunamente se opusieron a la apertura de un camino costero en las inmediaciones del Barrio El Ceibo por entender que el mismo afectaría parte de un espacio natural: ampliar nota en nuestra WEB: Algo más que un vial costero divide aguas en Vicente López.


Documento completo de las agrupaciones


Agrupaciones vecinales socioambientales y otras organizaciones de Vicente López y CABA realizamos un Festival Ambiental el domingo 26 de febrero en el Arroyo Raggio, que delimita ambos distritos en la costanera, para decirle basta a las distintas problemáticas urbano-ambientales que afectan a los habitantes.

Desde hace años los gobiernos de CABA y Vicente López vienen impulsando un modelo de extractivismo urbano que beneficia a los especuladores inmobiliarios y destruye el ambiente, la calidad de vida y el patrimonio histórico y cultural de nuestras ciudades.

En CABA ya parece costumbre la destrucción inescrupulosa de la historia e identidad porteñas debido a la demolición descontrolada de construcciones históricas que son prontamente reemplazadas por grandes torres, muchas de las cuales se encuentran semivacías. También conocemos los proyectos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) sobre la costanera que nos van a despojar a miles de habitantes de nuestro derecho a disfrutar del acceso al río y a un ambiente sano, y que ignoró las históricas Audiencias Públicas de 2020 y 2021 en las que miles de personas le dijeron que no a la privatización de Costa Salguero y Punta Carrasco, de la Costanera Sur, etc. Son proyectos que van en contra de toda noción de una ciudad resiliente frente a las consecuencias de la crisis climática, que pueda mitigar sus causas y efectos.

En Vicente López, mientras Jorge Macri –ahora refugiado en CABA y buscando proyección para su carrera política– y la Intendenta interina, Soledad Martínez, se llenan la boca hablando de la supuesta sustentabilidad del distrito y de lo mucho que trabajan para el disfrute de la costa, no son más que pantallas. Constantemente repiten el patrón de hacer obras vistosas e innecesarias en la ribera, colocando caminos o bicisendas donde no son necesarios porque ya existen otros, cementando y cercenando espacios verdes. Si hoy la ribera de Vicente López es en su mayor parte verde, pública y de libre acceso no es gracias a ningún gobierno, sino a las agrupaciones vecinales que la defendieron de proyectos como la “autopista del río” del anterior Intendente García y de los atropellos del Pro y sus aliados desde 2011 hasta hoy.

Pero los problemas no están solo en la ribera. Igual que en CABA, en Vicente López se destruyen los espacios verdes y la identidad de los barrios por el crecimiento desmedido, irracional y descontrolado de gigantescas torres destinadas a la especulación inmobiliaria, que además quitan el sol, el viento, saturan los servicios públicos, expulsan poblaciones y generan una ciudad exclusiva y excluyente para los poquísimos que pueden pagar un departamento de lujo en esas torres. Un caso emblemático de los últimos tiempos es el del Colegio San Andrés –supuestamente asociación sin fines de lucro– que obtuvo una excepción de la municipalidad que le permitirá vender su predio (donde ahora se podrían construir torres) por muchas veces más de lo que vale. Mientras tanto, muchos habitantes de Vicente López viven en condiciones habitacionales deplorables, y las autoridades los hostigan y los desalojan como ya sucedió en el barrio Las Flores.

A esto se suma la grave contaminación industrial en el oeste del municipio –que jamás es controlada–, el total descuido y falta de planificación en el arbolado público, la tala de cientos de árboles añosos que ayudaban a mitigar la contaminación de la ex Atanor (Munro) sobre el barrio que, también por esa tala, hoy sufre inundaciones y grandes polvaredas en sus casas. Estos son solo algunos ejemplos de los daños ambientales que sufre el municipio.

La lucha más reciente de los vecinos es contra un proyecto impulsado por el GCBA con la Municipalidad de Vicente López, para construir un puente de hormigón de seis metros de ancho, emplazado sobre pilotes, a escasos metros de la desembocadura del arroyo Raggio, como continuación del mencionado proyecto del GCBA sobre la costanera porteña. Este puente sería sumamente dañino para el ecosistema del área, que es un humedal, y para sus riquísimas flora y fauna. Además, sería innecesario porque ya existe un puente metálico en perfectas condiciones y suficiente para el tránsito de peatones y ciclistas, pero que las autoridades mantienen habitualmente cerrado. Asimismo, es un proyecto inconsulto que implica una injerencia del GCBA en la política de Vicente López y una imposición de ambos gobiernos sobre la población y los territorios.

Las organizaciones venimos luchando desde septiembre de 2022 para evitar este proyecto. En los últimos meses, desde el último abrazo que realizamos al arroyo –que fue cubierto por numerosos medios–, gracias a la información recabada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad y a una declaración emitida por la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires –luego de que acudiéramos a ella para que interviniera en defensa del humedal– confirmamos que la obra solo podría realizarse con la aprobación de las autoridades competentes de la Provincia y la Nación. Es por eso que les pedimos a las mismas que actúen en defensa de nuestros derechos y los de la naturaleza y eviten la realización de este proyecto dañino, innecesario e inconsulto. A la vez, le solicitamos a la Provincia que incorpore al Raggio dentro de la nómina de humedales y áreas protegidas.

La convocatoria contó con música en vivo en forma acústica para no afectar a la fauna del lugar, actividades para niños, recorrido por el humedal del arroyo y la realización de un mural comunitario sobre el muro ilegal del Círculo Policial –construido en un primer intento de desmonte del arroyo en 2016, que fue frenado con el cuerpo de las agrupaciones vecinales y por una cautelar–, representando las distintas problemáticas y reclamos. Contamos con la presencia de legisladores nacionales, provinciales y de Vicente López y CABA, y con muchísimos vecinos y vecinas que se sumaron a recorrer, cantar, bailar y reclamar. Agradecemos la generosidad de músicos y músicas de Vicente López y de otros lugares que quisieron ser parte de este reclamo.

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