Industriales advierten por recesión y la baja de consumo
- Editorial Tobel
- 19 abr
- 2 Min. de lectura
Tras una nueva devaluación, sumado a más apertura de productos importados, bajos salarios y aumentos de alimentos.

La devaluación (30%) solicitada por el FMI a cambio de un nuevo endeudamiento por 20.000 mil millones de dólares presagia una “calma chicha”. Así lo advierten industriales, supermercadistas, almaceneros por un clima de recesión y baja de consumo en productos de primera necesidad que tuvo una caída, vale mencionar, de 5,9% en marzo.
Entre las exigencias del FMI para que el país vuelva a endeudarse, producto del fracaso del modelo que no logra acumular dólares y garantizar bienestar a la población, salvo a una reducido porcentaje, entre un 20 y 30%, se encuentra mayor apertura económica. Es decir, abrir aún más la importación. Le pidió al gobierno de Milei, tal cual se desprende del escrito del FMI, que abra las puertas cuando el mundo, EE.UU en particular, a modo de proteger a su industria y al trabajador, impuso fuertes aranceles.
El nuevo endeudamiento, y más allá del forzado relato oficial en argumentar lo contrario, revela el fracaso del modelo ideológico. Deuda para tapar deuda contraída por el mismo ministro que hoy promete bonanza y crecimiento. No es dinero destinado a la producción. Menos aún a obras públicas. Todo a la especulación financiera.
No conforme con estas exigencias, también le impuso reforma jubilatoria tributaria y laboral. Medidas todas que, según entienden especialistas, implican retroceso social y mayor recesión productiva. Al respecto, y siempre dentro de las exigencias, el gobierno de Milei habilitó la importación de bienes de capital usados. Es decir, maquinarias usadas.
Frente a semejante cuadro de libre importaciones que daña, sin lugar a dudas, a la industria local, el sector de la producción y el trabajo levantó la voz. No más de ahí. No se animan a instrumentar medidas concretas.
Así como en el sector textil -la Fundación Pro Tejer emitió postura crítica al respecto de importaciones indiscriminadas, no menos desalentador es el panorama en otros sectores
Empresarios de la industria nucleados en ADIBA, CEPBA, FEBA y UIPPBA salieron unánimemente a rechazar otra medida “desregulatoria” del gobierno de Javier Milei que permite el ingreso de equipamiento y maquinaria usada al país sin tramitar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).
Los industriales temen -porque ya padecieron situación similar en otros gobiernos, por caso Macri y Menem-, por los efectos negativos sobre la producción manufacturera a mediana escala, especialmente en sectores que fabrican maquinaria, equipos o repuestos similares a los que ahora se podrán importar usados con mayor facilidad.
También se permitió el ingreso de 28.000 automóviles cero km y el ingreso de alimentos que por estas horas inundan las góndolas de supermercados. Eso genera, como es sabido, más despidos a los ya producidos bajo el actual gobierno: cerca de 230.000, en su amplia mayoría en el sector privado, cerca del 70%.
Comments