Finalmente, Milei es como Maduro, como Fujimori
Intolerancia, autoritarismo, violencia institucional y silenciar reclamos es la impronta del gobierno. Bocanada de oxígeno de la jueza que falló por la liberación de detenidos.

Mientras el fotógrafo Pablo Grillo agoniza y corre peligro de muerte luego del disparo (bala de gas) descargado sobre su cabeza, la gente, el ciudadano de a pie, la población en general se paró de mano ante un gobierno intolerante, autoritario y violento. Se paró de mano muy a pesar de la cacería perpetrada por las fuerzas policiales.
Si bien el temor fue la primera respuesta humana frente a las escopetas y balas, esto derivó en una reacción natural de autodefensa que fue replegarse. De ahí en más los miles y miles de manifestantes convirtieron aquel temor, miedo, en resistencia pacífica. Era conmovedor ver cómo pibes y no tanto, abrazaban y cobijaban a los viejos ante las balas y gases.
El gobierno nacional no quería una plaza colmada. No quería que esa foto con 30/40 mil personas se viera por todo el mundo. En la alquimia de gobiernos autoritarios y violentos una foto de tal volumen es síntoma de debilidad. El marco ideológico que profesa el primer mandatario no contempla la tolerancia, el respeto en la diversidad, el disenso. Mucho menos el diálogo. Es esto o nada, Es esto o la represión.
Crearon el relato de presencia de barrabravas cuando en realidad no estuvieron presentes. Quienes conocen a estos facinerosos del tablón saben que, al igual que Bullrich, disfrutan de la violencia. De estar presentes se hubiesen enfrentado mano a mano con la policía. En los códigos de barrabravas, pelear a un "poli" y derribarlo jerarquiza. Nada de eso se vio anoche. Sí se vio a un policía plantando, tirando un arma en la plaza con el objeto de generar clima de violencia. También se vio cómo fuerzas policiales dejaron un móvil policial en la calle, con una puerta abierta y la sirena funcionando. El móvil terminó dado vuelta e incendiado. Todo hace suponer que lo prendieron fuego manos de servicios de inteligencia.
La represión responde a estos patrones ideológicos. Patrones claramente identificados con regímenes autoritarios donde la democracia es una asignatura pendiente para estos gobiernos. Prácticas similares a la de Milei utiliza Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua y en su momento Fujimori en Perú, quien mandó a cerrar el Congreso. Y Benjamín Netanyahu más allá de l a región.
Argentina está en el peor de los mundos. Y gobernado por “pequeños Adolfitos” -como definió el Papa a estos políticos autoritarios- que se creen portadores de mensajes bíblicos y de extrañas fuerzas del cielo. Avanzan gracias a la anuencia de un poder real que sólo prioriza el bolsillo. Avanzan gracias a votantes que, a base de odio y lejos de todo pensamiento crítico bancan el surgimiento de los Fujimori de la vida quien terminó sus días en prisión.
En el camino queda agonizando Pablo Grillo quien corre peligro de vida. Es el mismo fotógrafo que logró registrar el fusilamiento de Kosteki y Santillán en manos de la policía.
En el medio queda un fallo judicial que reivindica el derecho a peticionar a las autoridades. Así lo señaló la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°15, Karina Andrade. A pesar de que el Poder Judicial resumido en la Corte carga con serios bolsones de corrupción al igual que gran cantidad de jueces federales, el fallo de la magistrada es una bocanada de oxígeno en medio de tanto autoritarismo y violencia institucional
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