Elecciones entre el bolsillo, la fuga y la reinvención colectiva
- Editorial Tobel
- hace 3 días
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El desafío para los progresismos no es repetir fórmulas agotadas, sino abrir nuevos espacios de debate y acción colectiva, frente a la economía, la subjetividad desgastada y la corrupción estructural

Columna de Opinión
Por: José “Pepe” Armaleo*
En Argentina, el voto ha sido a menudo una expresión de bronca: contra gobiernos de distintos signos políticos, desde Cristina Kirchner hasta Macri y Alberto Fernández. Como señalaba Perón, “la víscera más sensible es el bolsillo” [1]; pero no todo se reduce a lo económico. Las identidades, las relaciones de pertenencia, la confianza en las instituciones y la ética política también pesan en la construcción de los afectos colectivos.
Jorge Alemán [2] y Álvaro García Linera [3] señalan que las ultraderechas explotan los vacíos simbólicos y subjetivos dejados por la desintegración de las viejas formas de identificación: familia, trabajo, tradición y política de masas. Lo hacen ofreciendo consignas de odio, segregación y violencia simbólica que estabilizan imaginariamente a quienes las adoptan, aunque a costa de reproducir la destrucción con la que se identifican.
Henri Laborit, en Elogio de la fuga (1976) [4], propone que cuando ni la lucha ni la sumisión son viables, queda la fuga: retraimiento, resignación, silencio. Esta “fuga” no es necesariamente negativa; puede ser creativa, de conocimiento y de apertura hacia nuevas formas de existencia. Franco “Bifo” Berardi, en La sublevación (The Uprising, 2012) [5] y Futurabilidad (Futurability, 2017)[6], muestra que el capitalismo contemporáneo bloquea la imaginación, produce fatiga, impotencia política y colapso afectivo. Su propuesta es que la fuga sea también un acto de reinvención y resistencia colectiva.
A este cuadro se suma un factor central en la sociedad argentina: la corrupción estructural. No se trata sólo de escándalos individuales, sino de un entramado que erosiona la legitimidad de la política y genera desconfianza social, alimentando la desafección y el voto bronca.
En definitiva, se trata de generar puntos de encuentro que trasciendan lo económico, con símbolos y prácticas que hagan tangible la justicia social. No es una advertencia sino una invitación: abrir espacios de discusión y dar protagonismo a las bases, para que la militancia construya desde abajo y no espere consignas desde arriba.
Entre la fuga que propone Laborit y Berardi, el hartazgo frente a la corrupción y la ilusión del odio que ofrece la ultraderecha, queda abierta la posibilidad de una tercera vía: la reinvención militante de lo común.
“La historia no se borra, la memoria no se clausura, la justicia no se negocia, la soberanía no se entrega y la apatía es la derrota que ningún pueblo puede permitirse”.
José “Pepe” Armaleo – Militante, abogado, magíster en Derechos Humanos, integrante del Centro Arturo Sampay y de Primero Vicente López.
Notas
1. Juan Domingo Perón, frase citada en diversos discursos sobre economía y política social.
2. Jorge Alemán, “El nuevo obstáculo de la izquierda”, Página/12, 24 de agosto de 2025.
3. Álvaro García Linera, Plebeísmo. Crítica al populismo latinoamericano (Bogotá: Editorial Siglo del Hombre, 2021).
4. Henri Laborit, Éloge de la fuite (París: Les Éditions de Minuit, 1976).
5. Franco “Bifo” Berardi, The Uprising: On Poetry and Finance (Nueva York: Semiotext(e), 2012) — traducido al castellano como La sublevación (México: Surplus Ediciones, 2012 / Buenos Aires: Hekht, 2014).
6. Franco “Bifo” Berardi, Futurability: The Age of Impotence and the Horizon of Possibility (Brooklyn: Verso, 2017) — español: Futurabilidad. La era de la impotencia y el horizonte de la posibilidad (Buenos Aires: Caja Negra Editora, 2019).
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