El massismo cuestiona el desguace del INTA
- Editorial Tobel
- hace 3 horas
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La Fundación Encuentro aseguró que “el futuro no se construye demoliendo lo que tenemos, sino mejorando lo que funciona y transformando lo que no".

Destruir el INTA tiene como objeto desproteger a miles de productores y desatender economías regionales
El plan de “destrucción planificada” que regentea Javier Milei junto a sus socios de PRO y la UCR y algunas manos peronistas, además de destruir empleos avanza sobre instituciones y organismos vitales para el desarrollo del país. Tal el caso del INTI. No conforme con los despidos de profesionales altamente capacitados, el gobierno persiste en desfinanciar al organismo.
Al respecto, desde la Fundación Encuentro salieron a cuestionar el desguace sobre el INTI. En este sentido, Juan José Bahillo, Jorge Solmi, Nacira Muñoz y Julián Blanco redactaron un documento que advierte sobre el desguace del INTA. “La actual política marca un claro retroceso en materia de investigación para el desarrollo sostenible de nuestro país y también la vía destructiva que asumió el gobierno de Javier Milei contra el sector productivo argentino”, explicaron desde la Fundación. En este sentido, el documento afirma: “muchas veces se olvida que los organismos públicos no son simples estructuras administrativas: son pilares del desarrollo nacional”. Y agrega: “su función va mucho más allá de la burocracia. Son herramientas concretas que promueven la equidad, la innovación, la producción y la soberanía en todo el territorio argentino”.
En esa línea, los referentes de la Fundación Encuentro, liderada por un Sergio Massa que solo pareciera hablar a través de estos canales, afirman que “desde diciembre de 2023, con la asunción del nuevo gobierno encabezado por Javier Milei y la sanción del DNU Nº70/2023, titulado 'Bases', comenzó a institucionalizarse un proceso de destrucción que trasciende cualquier intento de simplificación administrativa”. Añadiendo: “detrás de una promesa de mayor libertad, eficiencia y reducción del Estado, lo que se despliega es un camino de desfinanciamiento y profundo desprecio por lo público”.
A su vez, el documento reafirma la posición política de la Fundación y propone otra alternativa ante este modelo que destruye todo a su paso: “la cultura del descarte no soluciona los problemas estructurales: los agrava. Y la destrucción sistemática de instituciones no es un plan de gobierno: es una renuncia a pensar el país con respeto, responsabilidad y seriedad”. Y concluye: “el futuro no se construye demoliendo lo que tenemos, sino mejorando lo que funciona y transformando lo que no. Apostar a un país sin instituciones es condenarnos a una permanente desigualdad y a un país sin educación, sin investigación y sin producción”.
Qué hay detrás del desguace del INTA
El plan prevé la venta de tierras que el INTA tiene en diversos puntos del país y el despido del 30% de una planta de 6.100 trabajadores. Los gremios del sector denuncian que es un paso clave en el desmantelamiento y en orientar al organismo hacia su privatización y beneficio de los sectores más concentrados del agro.
El INTA es un organismo público dedicado a la investigación, innovación y extensión del sector agropecuario, agroindustrial y forestal, lo que incluye un apoyo a las economías regionales y pequeños productores. Fue creado en el año 1956, dependiendo actualmente del Ministerio de Economía de la Nación.
El plan de "destrucción del Estado", del cual tanto se ufana el mascarón de proa de un puñado de grandes grupos económicos, además de afectar al INTA, alcanza a la ciencia y la tecnología como ya se vio con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), el CONICET y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
El plan consiste en potenciar un país para pocos, mientras el 70/80% de la población será condenada a vivir en la pauperización. Ni más ni menos que un país como el de 1890 cuando unos tiraban manteca al techo y las mayorías apenas comían. En la actualidad se les baja salarios, les quitan medicamentos, les abren las importaciones destruyendo Pymes, importan peras y naranjas de Israel y echan a científicos del país. Es un modelo político con mayor desigualdad e injusticia social. Así y todo, los aplausos continúan alentando al "pequeño Adolfito" mientras la dirigencia política, sindical y económica sigue mirando todo por las pantallas.