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El massismo asoma en medio de la interna del PJ

Al calor de la destrucción planificada llevada adelante por el gobierno nacional, Unión por la Patria comienza a reorganizarse.

Por: Tano Armaleo.- Con una realidad socio-económica que acusa recibo de un 54% de la población viviendo en la pobreza, considerable incremento de desocupación -cerca del 8%-, con más de 8000 PyMes cerradas, jubilados maltratados y apaleados y una clase media que es la más afectada por el modelo del gobierno, y un presidente intolerante, agresivo y autoritario que trata a todo aquel que lo cuestiona de “sorete”, “degenerado fiscal” o ensobrado” y rodeado de funcionarios corruptos, tal cual surge a través de no pocas denuncias, la oposición intuye, vislumbra que hay tierra firme para sembrar.

 

Así parecen leer la situación algunos dirigentes de la UCR y, en particular, los de Unión por la Patria.

 

Si bien dirigentes radicales como Martín Lousteau, Federico Storani, Juan Manual Casella, por caso, argumentan que el límite es el modelo neoliberal que tiene como mascarón de proa a Milei, lo cierto es que las propias contradicciones ideológicas y, además, no animarse a recrear aquel histórico abrazo de Perón-Balbín que, de algún nodo, intentó ser el inicio de la reconstrucción de un nuevo contrato social-democrático, los lleva a tener, en la actualidad, una mirada un tanto gorilesca sobre el peronismo. Estos boinas blancas, a diferencia de otros correligionarios, por caso Luis Petri, Adolfo Cornejo, Rodolfo Suárez, Mario Negri, Rodrigo de Loredo, están entregados a las miles del poder de la Casa Rosada. Parten de un análisis sectorial y, en algún punto mezquino, al considerar al peronismo como la mancha venenosa.   

 

Quienes sí parecen comprender que la realidad es cruenta y requiere que la dirigencia deje el lugar del confort, mientras la militancia y la población no tienen todavía dónde depositar un camino esperanzador, son los distintos referentes de Unión por la Patria. En este contexto, se podrá coincidir que el mayor compromiso recae en dirigentes que cargan con ADN peronista.

 

Bajo este arco peronista, Axel Kicillof, además de mostrar gestión y saber llevar la situación muy a pesar de las agresiones y cercenamiento y asfixia financiera que le inflige el gobierno nacional a la población de Buenos Aires, le adeuda más de 5 billones de pesos, el gobernador muestra musculatura partidaria. Es evidente que tiene vocación de construir territorialidad nacional con el objeto de fortalecer una candidatura presidencial. Con la lógica del caso, evita enfrentarse a otras expresiones internas y, en particular, con Cristina Fernández. Para el cruce internista el gobernador tiene algunos apresurados que tienen la verba más rápida que el pensamiento. Quien ha comenzado a mostrarse más activa, a través de redes sociales, pero sobre todo subiéndose al escenario para reencontrarse con la militancia, es CKF. Una Cristina que, como todo ser político, más en figuras de su talla, nacional e internacional, parece confirmar que, además de querer nuevamente controlar la lapicera podría encabezar una lista en las próximas legislativas. Al respecto, no es ningún secreto que el gobierno nacional quiere en el ring -estos liberales de pacotilla disfrutan de la sangre- a Cristina Fernández como la principal "enemiga", así definen la estrategia. Es lo que desliza el asesor estrella del presidente, Santiago "Billetera" Caputo.

 

Como era de imaginar, La Cámpora, tropa que responde a la conducción de CFK, dentro de este marco acaba de salir al campo tras un largo letargo de su conducción. Lo hizo a través de un acto en La Plata (viernes) que tuvo a Máximo Kirchner como único orador.


Fue la ratificación de un dirigente peronista que, sin descuidar que la verdadera batalla cultural está en “derrotar al neoliberalismo”, marcó diferencias con las líneas internas que levantan la bandera de “Axel Presidente”. Como es comprensible en toda disputa política, Máximo Kirchner, quien llegó a la presidencia del PJ sin pasar por el tamiz electoral de una interna, parece estar diciendo que los armados de listas, en caso de no materializarse partir de una interna, no sería una discusión de Carmelitas Descalzas. En juego “está la definición de dos modelos claramente antagónicos” donde se requiere “mucha cintura y convicción política” para “construir nuevas mayorías” a partir de ejes y proyectos bien definidos. Es lo que se recoge tanto desde las arenas que controla Kicillof como aquella donde se mueve Cristina.


Tal vez lo más estridente del discurso del presidente del PJ de Buenos Aires haya sido aquel donde deslizó que no teme apartarse del espacio (UxP) si éste no representa los sentimientos más profundos donde históricamente construyó el Justicialismo.

 

Un dato que volvió a poner de manifiesto la buena relación reinante entre el denominado peronismo kirchnerista y el espacio que conduce el peronista Sergio Massa, Frente Renovador, fue la presencia de dirigentes e intendentes del Frente Renovador al acto de Máximo Kirchner en La Plata.

 

Otro dato que por estas horas llamó la atención, en medio de esta reconstrucción que ha comenzado a darse en Unión por la Patria, son las pintadas callejeras donde el nombre de Sergio Massa vuelve a ganar presencia. Al respecto, en el distrito de San Isidro, donde la conducción del Frente Renovador está en manos de un apellido histórico y caro para el PJ, Sebastián Galmarini, por estas horas no pocos paredones amanecieron con pintadas que dicen: “Hay otro camino, Sergio Massa”. Cierto es que el peronista tigrense hace 9 meses que no tiene visibilidad y exposición pública. Sin embargo, mantiene constantes roscas y reuniones con los más variopintos sectores y actores de la comunidad.

 

Frente a semejante dislate nacional y daño que el modelo neoliberal está llevando adelante, no es difícil entender que siempre hay otro camino para salir de semejante desastre. La historia nacional así lo demuestra. Massa sugiere que hay otro camino. El tiempo dirá cuál es en detalle el que sugiere.

 

Si no hay confianza, esperanza y sueños comunes, difícilmente la población se embarque a entonar nuevas sinfonías o a emprender otros caminos. Menos a repetir historias que dejó un trago agridulce en millones de seres. Tampoco se puede volver al pasado sin entender que la digitalización, los algoritmos, exigen un esfuerzo mayúsculo a la dirigencia. La población, la humanidad no puede vivir embarcada en un torbellino de agresiones e intolerancia como las que destila el oficialismo. De ahí la importancia que adquiere un peronismo reordenado con el objeto de ser parte vital de la recuperación del denominado campo nacional y popular donde primen la tolerancia y sensatez.

 

En el mientras tanto, el autoritario, intolerante y agresivo presidente continúa destruyendo el Estado desde adentro, instituciones y gente incluida, con la anuencia de un Poder Judicial cómplice que sólo atiende requerimiento de grandes grupos corporativos, entre ellos, mediáticos. Por eso, se torna vital la presencia activa de la dirigencia a la hora de contener y construir un mensaje esperanzador basado en proyectos concretos. Claro que si previamente no se conforma una suerte de nuevo pacto social-democrático que amplíe el horizonte que hoy tiene UxP, donde se deje en claro que no es suficiente la bronca para vencer en las elecciones sino que también es vital reafirmar que una patria justa, libre, soberana e inclusiva, con todo lo que esto significa y, donde primen la tolerancia y el respeto a la diversidad, no será posible. Y sobre todo que, en un país rico y con un puñado de ultra ricos que tienen más de 400 mil millones de dólares en paraísos fiscales, se requiere aplicar una justa distribución de la riqueza.

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