El gobierno, debilitado, acusó recibo de la multitudinaria marcha
- Editorial Tobel
- 25 mar
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Sin presencia policial, cientos de miles de personas se movilizaron por el Día Nacional de la Memoria, Verdad y Justicia

Una nueva muestra de debilidad y pérdida de control de la agenda política acaba de mostrar el gobierno nacional. En boca del Jefe de gabinete, Guillermo Francos, estuvo ocultar y minimizar una realidad irrefutable: la masividad y repudio sobre las políticas oficiales. Al respecto, el funcionario, en radio El Destape, dijo: "no vi la manifestación, no la he seguido".
El primer síntoma de debilidad fue la denuncia por estafa en criptomonedas, que tiene a los hermanos Milei en la mira e investigación judicial. La estafa atacó al propio electorado que acompaña a La Libertad Avanza. La situación es tan delicada para el gobierno que jueces de otros países dejan abierta la puerta a que el presidente o su hermana puedan ser requeridos en tribunales de España, Inglaterra y los EE.UU. No por casualidad, el presidente debió suspender viajes al exterior. Adujo cuestiones internas. Es decir, conflictos sociales que comienzan a organizarse ganando las calles.
La marcha de jubilados y la dura represión policial descargada sobre manifestantes fue una clara muestra de debilidad. De no saber o no querer contener y comprender las razones de la bronca.
Debilitado tras la brutal represión, en la otra marcha de jubilados, el gobierno debió retroceder. Puso a los efectivos policiales detrás de las vallas. No hubo represión. Por lo tanto, no hubo disturbios orquestados, todo indica, por manos policiales.
Detrás del retroceso de las fuerzas policiales queda expuesto un Estado autoritario y represor que ve cómo la población, de manera pacífica, gana la calle. Gana la calle procurando canalizar la bronca para convertirla en una lucha organizada. El gobierno intuye, ve que estos reclamos van creciendo y no logra dar debate más allá de intentar distraer con bombas de humo. Cuando no, balas.

Familias, organismos de derechos humanos, sindicatos, organizaciones políticas y sindicales marcharon por Memoria, Verdad y Justicia. Integrantes del Centro de Estudio Arturo Sampay de Zona Norte presentes el Plaza de Mayo
La masiva marcha de ayer y los dichos de Francos, sumado al anuncio oficial que desclasificarán archivos de la dictadura, que ya habían sido abiertos por gobiernos anteriores, es un nuevo síntoma de debilidad y de haber perdido el control de la agenda política. Lo que no implica que el gobierno de LLA se encuentre en terapia. Es un gobierno, vale recordar, que está dispuesto a todo. Y cuando se dice a todo es aplicando la mentira, el falso relato, el autoritarismo y la violencia institucional como ya se ha visto.
El gobierno aún cuenta con poderosos medios de comunicación que lo acompañan con el objeto de sacar rédito, con un Poder Judicial condescendiente encarnado en la Corte, a excepción de algunos jueces y fiscales, que le permite avasallar instituciones y continuar con el plan de destrucción del Estado con la gente dentro sin miramientos.
Sin embargo, desde la estafa en criptomonedas a la fecha, el gobierno viene perdiendo adhesiones. Así lo revela la mayoría de las encuestas.
La mayor preocupación oficial es que la gente perdió el miedo. Comienza a reencontrarse, a organizarse. Aún cuando la dirigencia opositora, en su gran mayoría, no está a la altura de las circunstancias.
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