Denuncian requisas en el Paseo de la Costa
Personal municipal prohibe ingresar con mantas y bebidas alcohólicas que, casualmente, se venden en los comercios de la costa habilitados por el municipio.
Malestar e indignación despertó en no pocas familias que, tranquila y alegremente, intentaban concurrir al Paseo de la Costa el pasado fin de semana: fueron requisadas por personal municipal. Esto sucedía el pasado domingo 12 de febrero comento, ante Lo Nuestro, Sandra Mendieta que intentó ingresar junto a su familia y amigos, con una heladerita con bebidas alcohólicas, 1 cerveza de litro, agua mineral varias, leche, sombrilla y mantas para poner en el pasto.
“Cuando el alcohol lo venden los Full Track Food, las ventas de bebidas alcohólica están permitida, es un control, la requisa, que está prohibido por una legislación; tampoco te dejan entran con matas o sombrillas, queda en claro que no quieren a gente de barrio”, explicaron sectores políticos, en particular desde el Frente de Todos, que denunciaron el hecho a través de redes sociales.
A la gente a la que se le impedía ingresar con sus pertenencias a cuesta, personal municipal, acompañados por uniformados de patrullas locales, los derivaban al Paseo de los Niños, en CABA, pegado al Paseo de la Costa.
Según explican abogados consultados por Lo Nuestro, revisar bolsas o heladeras sin motivo judicial de por medio, “eso es un delito” y aclara, “mínimo, abuso de autoridad” con todo lo que esto significa.
El delito de abuso de autoridad aparece “cuando una persona se aprovecha de otra que está en una situación de subordinación con respecto a ella, gracias a su cargo superior y a sus atribuciones”.
Abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos está tipificado en el Código Penal.
Así es como el ARTICULO 248. dice: Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por doble tiempo, el funcionario público que dictare resoluciones u órdenes contrarias a las constituciones o leyes nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes o resoluciones de esta clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere.
El papa Francisco dijo oportunamente: “El abuso de poder es una trompada a la dignidad humana y eso no lo podemos permitir y contra eso hay que luchar”.
En medio de esta situación, no faltan las voces que repudian el hecho, y tampoco aquellas que tildan la medida como una acción de persecutoria hacia un sector de la población. Y no falta, por cierto, quienes aplauden la acción oficial.
Estas medidas políticas parecen responder a una concepción, a un modelo político que, sobre la base de cuidar a un electorado, termina perjudicando al resto de la comunidad. Están convencidos, quienes ponen en marcha estas prácticas, que proceden correctamente, cuando en realidad, no es así.
Por tal motivo, cuestionar el hecho puntual, y no ir a la profundización de por qué hay personas que terminan considerando que la medida municipal es adecuada, y no dar el debido debate, es entregarse a la colonización de la subjetividad. Es perder el espíritu crítico, la capacidad de razonar y buscar salidas criteriosas en que la tolerancia y el respeto en la diversidad sobresalgan en el horizonte
Un escenario, el del debate, que en Vicente López no parece sobresalir. El ámbito institucional por excelencia que debería habilitar este tipo de naturales pulseadas, el Concejo Deliberante controlado por la mayoría automática de JxC, y bajo la presidencia de Natalia Villa, termina siendo “una guitarra sin cuerdas”, como graficaba en su momento el concejal Lucas Boyanovky (Frente de Todos).
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