CANNABIS: el autocultivo medicinal ya es un hecho en el la Argentina
Durante años se veía a madres de niños epilépticos o autistas rogar que el Estado autorice el cultivo del aceite cannábico. Había que importarlo o adquirirlo de manera ilegal.

Foto: La lucha de miles de madres por el autocultivo para uso medicinal hoy se ve reflejado en un cuadro regulatorio
Por: Fernando Gañete Blasco
Cuando se habla de cannabis se genera polémica y confusión. Por un lado, de las plantas hembras de esta especie sale el cogollo que se utiliza para el cigarrillo de marihuana, mientras que de la misma planta se produce el aceite medicinal reconocida mundialmente para determinadas enfermedades. Por eso es lógico que haya dudas siendo que es la droga ilegal más vendida en Europa. Pero sólo es cuestión de interiorizarse más para entender la importancia acerca de su uso medicinal. Dos de los principales cannabinoides entre los más de 100 que contiene son el THC y el CBD, el primero es la abreviatura de “tetrahidrocannabinol”. Mientras que CBD es la versión corta de “cannabidiol”. Ambos son componentes de la planta Cannabis sativa y se localizan en sus semillas, en el tallo y en la flor. El THC es lo que produce el efecto psicoactivo, en tanto el CBD es un principio No psicoactivo y es el que está presente en el aceite.
El cannabis medicinal se utiliza para tratar afecciones como la epilepsia, la ansiedad o dolores articulares y disminuir la migraña. Además de reducir el estrés, estimular la memoria y la creatividad. Muchos son los países en el mundo que están invirtiendo en la producción e investigación. El mundo avanzó en la dirección del uso y regulación del cannabis medicinal y la ciencia muestra sus logros, al punto de que expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaron quitar esa planta y su aceite de la lista de drogas más peligrosas y controladas. Algunos países, como Uruguay, directamente legalizó el consumo recreativo o social. Allí, se compra en las farmacias. Los defensores de esta medida explican que, por un lado, se achica el negocio ilegal y el contrabando atacando a los narcotraficantes, por otro lado se tiene una información más certera acerca de las estadísticas de quienes consumen y poder analizar mejor para prevenir los riesgos de adicción en a comunidad.
Dicha planta es utilizada de manera terapéutica desde hace miles de años. Pese a ello, en diciembre del 2020 la OMS y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocieron oficialmente las propiedades medicinales del cannabis. En 2017, en la Argentina se votó por unanimidad en ambas Cámaras -de Diputados y Senadores de la Nación- la ley 27.350 que regula el uso medicinal del cannabis. El problema era que se tenía que importar, con lo costoso y dificultoso del caso. En noviembre del 2020 mediante el Decreto N° 883/2020 se permite el acceso al aceite de cannabis mediante el autocultivo, el cultivo solidario o bien a través de la utilización de especialidades medicinales en los casos en que exista indicación médica.
Además, impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos de la planta de cannabis y sus derivados. Y busca garantizar el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios.
Distintas organizaciones -como Mamá Cultiva- y personas y/o familiares de quienes recibían terapias con aceite de cannabis lucharon para que se regule el cultivo en nuestro país para su uso medicinal y se tuviera en cuenta el autocultivo, el cultivo solidario y comunitario. La ley del 2017 no contemplaba las formas de cultivo en estas tierras por lo que sólo se conseguía el producto importado. Ahora con lo sancionado en noviembre último en ambas cámaras si se contempla y nace una nueva etapa.
El Ministerio de Salud de la Nación creó el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) para que las personas puedan inscribirse con el fin de obtener autorización para cultivar la mencionada planta con fines medicinales para sí o a través de otra persona o de una organización civil autorizada a esos efectos. El sistema registrará a los usuarios que cuenten con un diagnóstico e indicación médica para que puedan acceder al cultivo controlado de la planta de cannabis como tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor
Actualmente el Ministerio de Salud junto con el Instituto Nacional de Semillas (INASE), la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), se encuentran trabajando articuladamente para garantizar un acceso cada vez más más seguro, de calidad y equitativo para quienes lo necesiten.
La nueva reglamentación y la resolución surgen de la iniciativa de la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, con el consenso y participación de los distintos actores vinculados en la temática como organizaciones de la sociedad civil de diferentes regiones del país; organizaciones de madres y usuarios; la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Semillas (INASE), la Red de Cannabis y sus Usos Medicinales (RACME) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el Consejo Interuniversitario (CIN), la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), y la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud (CONETEC) y la Defensoría del Pueblo de la Nación.
Por otro lado, la normativa sancionada en el Congreso tiene como objetivo brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal. En el caso del cáñamo industrial, el proyecto apunta a legalizar los eslabones productivos, de comercialización y sus subproductos. La intención es promover los mecanismos de autorización para los productores y comercializadores. Se impulsará la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) la que tendrá, entre sus funciones regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo.
“El mercado de cannabis medicinal y cáñamo industrial crece exponencialmente a nivel global, es una nueva fuente de empleo de calidad y desarrollo productivo. Argentina tiene una gran oportunidad para ser líder regional en la actividad, por sus capacidades agropecuarias e industriales y su entramado científico productivo”, afirmó el Ministro de Desarrollo productivo Matías Kulfas.
A raíz de esto, días atrás en Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) comenzó con una jornada de charlas para aquellos que quieran cultivar o formar parte de la cadena de valor del cannabis medicinal y quieran crear una cooperativa para poder contener y acompañar en dicho proceso.
“El INAES tiene las puertas abiertas para los que se quieran sumar como cooperativas. Estamos trabajando para que se simplifiquen los trámites y se agilicen las matrículas, así como abrimos un espacio para quienes vayan a trabajar como cooperativas en un sector que creemos que tendrá un gran crecimiento. Cuenten con nosotros para acompañarlos desde el asesoramiento y financiamiento ya que hay un gran potencial que ayudará a generar trabajo” manifestó Jonathan Thea, Jefe de Gabinete del INAES al iniciar las charlas que fue seguida por más de mil personas por la plataforma y el canal de YouTube del organismo.
Según estimaciones oficiales, se espera que esta industria genere en Argentina, para 2025, 10.000 nuevos empleos con un alto porcentaje en investigación y desarrollo. Además, las ventas en el mercado interno alcanzarían los US$ 500 millones y US$ 50 millones en exportaciones.
En la actualidad hay unos 50 países que tienen algún tipo de legalización de su uso medicinal e industrial. Israel, Canadá y Estados Unidos son los líderes a nivel global. En la región, nuestro país se suma a Uruguay, Colombia y México.
Su crecimiento se puede observar en que la producción de cannabis medicinal fue de 1,4 toneladas en 2000 y llegó a las 468 toneladas en 2019. En nuestro país había infinidad de producción ilegal de aceite de cannabis, (en general casero) por lo cual, al ser ilícito, no hay estadísticas certeras.
A nivel internacional, la consultora Euromonitor según un artículo de la BBC, indica acerca de un mercado total de consumo de marihuana o sus derivados por unos US$150.000 millones, del cual un 90% es ilícito. Sin embargo, Euromonitor espera que el mercado legal crezca hasta unos US$166.000 millones para el año 2025.
Es por ello que grandes compañías estén luchando por hacerse con una parte del mercado global de la marihuana ofreciendo productos tan diversos como cervezas o galletas para perros. Entre las compañías que mayores inversiones realizaron se encuentra Altria (dueña de la tabacalera Philip Morris) y Constellation Brands (una empresa de bebidas alcohólicas entre las que se encuentra la cerveza Corona en Estados Unidos). Estas corporaciones han invertido más de US$1.000 millones en proyectos sobre el uso legal de la marihuana.
Las multinacionales y los grandes laboratorios ya están preparados para una carrera que mueve miles de millones de dólares, la Argentina quiere estar a la vanguardia para no ser rehén del poder económico mundial, una vez más…