Argentinos sin gas, sin medicamentos, sin patentes para autos, con despidos y caída de consumo
- Editorial Tobel
- hace 6 días
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A pesar del esfuerzo del gobierno en tapar la realidad, la crisis no deja de abrirse paso.

La crisis socioeconómica es irrefutable. Una realidad efectiva. Es el propio INDEC quien, de 16 índices que evalúa en términos socio-económicos, da cuenta que 13 registran números negativos. Es la Unión Industrial de Tucumán, que al igual que su par nacional, aduce que el modelo financiero diseñado por el gobierno "no tiene en el radar el andamiaje industrial productivista". Panorama similar ofrecen industriales de Santa Fe.
Desde otro ángulo de la producción, la Federación Agraria también insiste que “las políticas nacionales no tienen en cuenta nuestra situación”. No muy distinta es la postura del sector Pyme. Al respecto, desde las Asociación Industriales Nacionales y desde ASIMRA, desde hace tiempo objetan el modelo ideológico que regentea Milei que, a la luz de los acontecimientos, sólo logra satisfacer, en el mejor de los casos, a un 30% de la población. El resto la padece y sufre de manera cruel. En este sentido, Daniel Moreira, presidente de las Asociación Pyme, dijo: “sin un plan industrial, la situación de las PyMES se vuelve insostenible”. La postura del empresario se comprende cuando se analiza que 13.100 Pymes debieron cerrar las puertas y 16.000 comercios barriales bajaron las persianas. La causante: la falta de un modelo industrial y productivista nacional. Todo se basa en un esquema financiero especulativo.
En este marco, la importación indiscriminada de productos está afectando no sólo al sector industrial. Economías regionales, por caso, las de Río Negro, gran productor mundial de peras y manzanas, sufren en carne propia la crisis imperante. Si bien el gobierno debió retroceder con la importación de tomates, las góndolas en supermercados continúan recibiendo naranjas y peras de otros piases. Al daño ocasionado por la importaciones, productores de Entre Ríos vivieron una campaña marcada por la sobreoferta, el alza de los insumos y la caída de precios: se vieron forzados a reducir cuidados y a vender por debajo del costo. Así lo destacó, en su momento, Marcos Dal Mazo, presidente de la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario.
No ingresan dólares genuinos para inversiones productivas u obras públicas. La deuda tomada con el FMI fue devorada por el magma financiero. La capacidad industrial instalada no repunta. Continúa por debajo del 60%.
No hay plata. No hay plata para la gente. Para el que produce, investiga, atiende pacientes, para el que educa, para el que atiende en oficinas públicas. No hay plata para el que investiga, para el jubilado.
Tampoco hay gas. El gobierno de Milei no continuó con las obras del gasoducto Néstor Kirchner que hubiese acercado gas a cientos de pueblos del país. Tampoco hizo el manteamiento de las bombas de gas dejando a la ciudad de Mar de Plata sin gas. No hay gas para la industria y estaciones de servicio. No hay patentes para automóviles porque cerraron quien las producía: la casa de la Moneda y Cicone Calcográfica.
No hay plata para atender a los afectados por las inundaciones de Bahía Blanca.
Sin embargo, hay plata para comprar aviones militares y comprar gas pimienta para tirarle a jubilados. Hay plata para ensobrar a la casta mediática vía pauta publicitaria de YPF. “La compañía gastó $ 32.617 millones en los primeros 3 meses de 2025, un incremento real del 55,2% respecto a 2024, cuando gastó $ 12.505 millones”, dio a conocer el portal Chequeado cercano, vale recordar, al pensamiento liberal.

El Estado nacional invierte cerca de 400 millones de dólares comprando tanques a los EE.UU pagando, dicen, más caro que otros vehículos que fabrican otros paises
A modo de tapar la crisis, el gobierno, a través de un discurso violento y autoritario y utilizando todos los resortes y recursos del Estado, tal cual se denuncia, intenta tapar la realidad. Lo hace, operando con la justicia y medios afines que naturalizan los discursos oficiales donde sobresalen la intolerancia y el odio.
Si algo sobra en el país es dinero. El tema es que está mal distribuido. Poco mas de 50 empresarios tienen un patrimonio cercano a lo 78.000 millones de dólares reveló el periodista Alejandro Bercovich. Además, producto de la fuga y evasión fiscal a guaridas fiscales, la Reserva Federal de loso EE.UU estima que existen alrededor de 300.000 millones de dólares depositados. Gran parte de aquel dinero no tributa impuestos. Seguramente, otra sería la realidad nacional si se aplicara una mejor distribución de la riqueza. Tal vez, un paso importante, sería distribuir vía salarios y que esos "héroes fiscales" pagaran impuestos como el resto de los ciudadanos de a pie.
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