Víctimas del modelo libertario: clase media, Pymes y comercios barriales

La matriz del gobierno nacional se monta sobre sectores financieros, extractivistas y agroexportadores. La “destrucción del Estado” prometida por Milei afecta al ciudadano de a pie, al que produce, investiga, educa, cura y vela por la seguridad de la población. La casta es la gran ganadora.

A dos años de la puesta en marcha del modelo de ultraderecha -neoliberalismo extremo o anarco-capitalismo definen algunos-, la “destrucción del Estado” prometida por Milei tiene ganadores y perdedores. Y no precisamente lo que había prometido “destruir” la casta. Los ricos -un puñado- cada día son más ricos. Queda claro que la matriz del gobierno nacional se monta sobre sectores financieros, extractivistas y en las 7 empresas agroexportadoras. De este modo, el ciudadano de a pie, el que produce, investiga, educa, cura y vela por la seguridad de la población termina castigado por el modelo.

La casta es la gran ganadora. Casta política que se acomoda al calor del viento y la de empresarios prebendarios que chupan de la teta del Estado a partir de contar con un Milei que cumple a rajatablas los requerimientos de un puñado de empresas multinacionales mientras la producción nacional, las economías regionales, las Pymes y el trabajador la padece.

Pruebas al canto.

En el último año la mora de pagos (créditos) a plataformas digitales pasó de 7,4% en noviembre del año pasado a 20% en octubre último, casi el triple en once meses. La información corresponde al informe de Estabilidad Financiera del Banco Central y fue procesada por la consultora EcoGo.

La opción de financiamiento por fuera de los bancos sigue siendo para las familias una variante muy relevante. Según el BCRA, se mantiene en sus niveles máximos históricos, cerca de 12,2 billones de pesos, lo que equivale a 1,3% del PBI.

El informe de la consultora que dirige Marina Dal Poggetto concluyó, además, que el endeudamiento de las familias, al considerar los saldos con bancos y entidades no bancarias, ya representa el 137% de los ingresos de cada hogar.

Queda claro quiénes son los que no pueden pagar las tarjetas, los que no llegan a fin de mes: el asalariado. Peor aún la viven quienes trabajan al servicio de plataformas, por caso RAPPI, y más del 60% de jubilados que tiene un promedio de ingreso por debajo de los 400.000 pesos mensuales.

No por casualidad, el consumo masivo registró en noviembre nuevas caídas; 6%. Lo propio sucede en el plano industrial-productivo. La capacidad industrial instalada no logra superar el 57%. Mientras tanto, las PyMes sufrieron una merma del 4,1% en tanto las automotrices registraron 22%, también en baja. Alimentos 20% interanual. Los despidos, de acuerdo con datos aportados por la Secretaría de Trabajo de la Nación, rondan los 250.000 desde la puesta en vigencia del modelo libertario. Siempre como secuela del modelo neoliberal, 19.300 PyMes debieron cerrar y más de 16.000 comercios barriales bajaron las persianas. Y nada indica que esto vaya a cambiar. Muy por el contrario, se profundizará. Así lo advierten desde la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de la Construcción, Cámara Argentina de Comercios, CGT, CTA, APYME, hasta centros académicos y profesionales que estudian y analizan la realidad nacional.

Mientras “la destrucción del Estado” se cobra las víctimas antes mencionadas, el gobierno profundiza los beneficios a la casta. En este sentido se puede mencionar, entre otros aspectos, la entrega de empresas estatales a los amigos del poder. La privatización de empresas energéticas Piedra del Águila, El Chocón, Alicurá y Cerros Colorados se inscriben en este orden. Dos de las cuatro centrales quedaron, reveló el portal “El destape” (Diego Genoud), en manos de un consorcio de íntima relación con el gobierno de Milei, Edison Energía, el holding que los hermanos Juan y Patricio Neuss armaron para acoplarse a la nueva era junto con directivos de Newsam y accionistas de la firma Inverlat. Vecinos de Santiago Caputo en el Martindale Country Club de Pilar, los Neuss se asociaron con pesos pesados como Rubén Cherñajovsky, Luis Galli, Guillermo Stanley, Federico Salvai y Carlos Giovanelli. Edison se quedó primero con la segunda central en importancia, Alicurá, con una potencia instalada de 1050 megavatios y después de un desempate adquirió también Cerros Colorados, ubicada íntegramente en Neuquén.

Por su parte, YPF entregó (50%), también a empresarios amigos del poder, la estratégica Profertil. El único dirigente que cuestionó la operación fue Miguel Angel Pichetto, que le advirtió a Horacio Marín que la venta debería pasar por el Congreso. “Se están liquidando áreas todavía productivas y hasta Profertil, una empresa rentable y clave para un país agroindustrial”, escribió en X el excompañero de fórmula de Macri en 2019.

La apertura indiscriminada de importaciones, entre otros factores, está destruyendo la industria local. Un “logo” del modelo libertario que se contradice con las políticas proteccionistas de países como EE.UU, por caso. La “destrucción” es de tal magnitud que empresas como ARCOR, La Serenísima, Ledesma, presentaron balances negativos. Otras prefieren abandonar el país.