Universidad San Isidro: "Cátedra Diego Maradona" como para estudiar sobre la cultura popular
Estará coordinada por Martín Biaggini, se abordarán cuestiones como “Superhéroes: entre la filosofía y las ciencias sociales” el próximo 10 de febrero, así como la jornada de Diálogo Académico: “El rugby en la encrucijada. Del sesgo elitista al puente hacia la inclusión”
Por: Fernando Gañete Blasco.- Hay veces que algunas personas consideran que lo popular no es cultura, y que esta depende solo de élites destacadas. En algunos casos porque creen que manifestándose de esa manera formarían parte de esa élite a la que se refieren y en otros solo por mera ignorancia y pereza en pensar e informarse y repiten lo que dicen otros. Pero por suerte están quienes valoran la cultura popular y trabajan sobre ella.
A quienes sí les importa debatir el alcance y la importancia de la cultura popular en nuestra zona norte es a quienes llevan adelante la Universidad de San Isidro (USI) que acaba de presentar la Cátedra Libre de Estudios sobre Cultura Popular “Diego Armando Maradona”. Este es un espacio académico destinado a la elaboración y difusión de estudios críticos sobre las diversas manifestaciones de la cultura popular y su potencial como herramienta de transformación social.
Dicha cátedra “Diego Armando Maradona” estará coordinada por Martín Biaggini, se abordarán cuestiones como “Superhéroes: entre la filosofía y las ciencias sociales” el próximo 10 de febrero, así como la jornada de Diálogo Académico: “El rugby en la encrucijada. Del sesgo elitista al puente hacia la inclusión”, el próximo 10 de marzo.
El nombre que lleva la cátedra hace referencia no solo al mejor futbolista del mundo, sino a la persona que ha trascendido el ámbito estrictamente deportivo para devenir en un ícono indiscutido de la cultura popular contemporánea, con todos los valores, disvalores y contradicciones que ello implica, no solo en nuestro país, sino en el mundo.
Maradona no es la primera vez que forma parte de un ámbito universitario. La más recordada fue cuando en 1995 lo invitaron a la Universidad de Oxford (Gran Bretaña) donde fue nombrado con el título de “maestro inspirador de los estudiantes soñadores”. Aun se recuerdan las imágenes con el diploma, la toga y el birrete.
En aquella oportunidad había una historia detrás de la historia, quizá una de las tantas que lo hizo un ícono de la defensa de determinadas causas que lo llevó a la idolatría fuera del campo de juego.
Cuenta el colega Roberto Parrotino en el diario Tiempo Argentino, que en 1981 en el hotel Conquistador, donde concentraba Boca, un pequeño botones se le acercó a Maradona preguntándole si le llevaba el bolso y Diego le contestó: “No, no hace falta, petiso: el bolso me lo llevo yo” y le regaló un caramelo Media Hora. Sin saborearlo, de los nervios, se lo tragó. Y se ahogó. Diego se rió, esperó que se recuperase, le regaló otro caramelo y se fue. A la semana siguiente, insistió con llevarle el bolso. Maradona, directamente, le regaló un puñado de caramelos. Esta pequeña anécdota tendrá sentido después.
En 1995, el entonces abogado de Maradona recibió una invitación para ir a Oxford. La respuesta fue concreta: que era un honor, pero que Diego estaba muy ocupado.
Entonces, Esteban Cichello Hübner, un argentino hoy profesor de Lingüística y Relaciones Internacionales, le envió una carta de puño y letra. En ella le contó que era el adolescente que trabajaba en el Conquistador Hotel y que ahora estudiaba en Oxford. Días más tarde Cichello estaba trabajando y recibe una llamada. “Es Maradona”, le dicen. Pensó que era una cargada. Pero no. Del otro lado de la línea Diego le dice: “¡Me acuerdo de vos! ¡No me digas que estás en Oxford! Voy, claro”. Hasta hoy Esteban Cichello no lo puede creer.
A Maradona, aquel día, un estudiante le arrojó una pelota de golf: hizo malabares con el zapato izquierdo. Luego equilibró un balón de fútbol en su frente. El aplauso retumbó en ambas ocasiones.
Maradona habló en el estrado durante 27 minutos. De lo que él más sabía, los “picados”, los “potreros”, de Fiorito. Sobre su pasión que lo llevaría a ser quien era. También se refirió al “desarrollo de los medios de comunicación” y la transformación del fútbol en “negocio-deporte”. Citó el “acoso de los grandes hombres del negocio del fútbol” y “la convicción casi mayoritaria de que los jugadores de fútbol eran personas incultas, muy rudimentarias o primitivas”. Eran tiempo donde Maradona acababa de creaba un sindicato de futbolistas junto a otras figuras (la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales).
“Habíamos tenido a Reagan y a Gorbachov en ese auditorio, pero Maradona llevó más gente que ellos” cuentan los organizadores. El auditorio tenía capacidad para 1.000 personas por cuestiones de seguridad, pero hubo que poner pantallas gigantes en los jardines.
También en 2017 Diego Armando Maradona había sido invitado de la Universidad de Harvard. El mundo estaba pendiente de esa persona nacida en Villa Fiorito y admirada por el mundo entero por darle voz a los que no tenían forma de visibilizar sus reclamos.
Por eso cuando lo nombraron “maestro inspirador de los estudiantes soñadores” en Oxford le dijeron: “Diego, la idea de hacer todo esto es porque sos un ejemplo”. A lo que con suma humildad y una sonrisa en su rostro, Maradona respondió: “Soy un ejemplo de lo que hay que hacer y de lo que no hay que hacer”.
Por todo esto, la relevancia de los conocimientos sobre cultura popular, tanto por su implicancia en la dinámica de los vínculos sociales como por su impacto en la construcción de una identidad fraternal, es que conforman un campo de estudio y reflexión particularmente trascendente para la Universidad de San Isidro.
Comments