Una extraña foto que no pasó inadvertida y despertó preocupación

Con temperaturas por arriba de los 30° el presidente reunió a sus ministros extremadamente arropado. Lo propio hicieron, según la foto oficial, algunos ministros. ¿Foto trucada o algo más alarmante que revela conductas?. Opinión del psiquiatra Sergio Rosengarten.

El pasado lunes 21, por la noche, el autoritario y violento primer mandatario convocó a todos los funcionarios de su Gabinete de Ministros a una reunión de “cierre de fin de año” en la Quinta presidencial de Olivos, con motivo de realizar un balance del año 2025 y trazar los objetivos y el rumbo del Gobierno para 2026. A excepción de haber sido una jornada muy pero muy cálida, más de 30° de temperatura, la reunión transcurrió dentro de la “normalidad” con la que la humanidad presidencial suele caracterizarse.

Desde la Oficina del Presidente se encargaron de hacer correr una foto donde aparecen los 16 invitados y se observa un detalle particular. Cada uno recibió como regalo una copia del libro “Defendiendo lo indefendible” del economista estadounidense de la Escuela Austríaca Walter Block. Un verdadero anarco-capitalista totalmente desligado de reglas y leyes que han permitido garantizar convivencia y respeto entre los seres humanos; y al Estado como ordenador de injusticias.

Queda claro que no fue un libro cualquiera. Marca -el libro- un preocupante fundamentalismo idelógico del presidente que no hace más que dañar institucionalidad y valores democráticos y de sana convivencia social. Dicho esto desde una lógica tradicional alejada, por cierto, de la regulación que imparten los algoritmos.

El otro detalle particular, pero muy particular, fue ver al presidente enfundado con un mameluco de YPF sobre sus camperas.

Ya se lo había visto con el mismo mameluco cuando viajó -al divino botón ya que no fue recibido por autoridades locales y tampoco participó de la ceremonia- a Noruega para asistir a la entrega del Nobel de la Paz a la venezolana Machado.++

No sólo llamó la atención ver a Milei arropado al extremo. Como se observa en la foto, tampoco pasó inadvertido ver a ministros, entre ellos, Luis Caputo y Diego Santilli, vestidos con ropa de invierno. Otros con pullover en sus hombros. Salvo que sea una foto trucada o que en el quincho la temperatura haya rozado el bajo cero, no se entiende el por qué de la ropa de invierno. Si fuera una foto trucada no dejaría de ser una falta absoluta de seriedad que revela el desdén y falta de respeto hacia el que consume dicha imagen:la población.

En una reciente entrevista realizada por el diario Página 12 al médico psiquiatra Sergio Rosengarten, se le consulta sobre la conducta de un psicópata. Un dato no menor, es que en el plano mundial es frecuente ver a dirigentes y primeros mandatarios con este tipo de conductas.Desafortunadamente, la historia esta plagada de estos "personajes". El Papa Francisco hablaba de los "pequeños adolfitos".

Al respecto,  Rosengarten al ser consultado sobre las características de un psicópata, dijo: -"hay varias. La personalidad, en términos generales, es bastante egocéntrica, mucho para uno mismo. Hay una falta total de empatía, de colocarse en el lugar del otro, e incapacidad para establecer vínculos emocionales genuinos. Generalmente, toda su trayectoria son vínculos realmente superficiales, difícil de constatar para la gente que no está acostumbrada a ver estas patologías porque los encubren muy bien. Hay un patrón constante de manipulación y engaño. Y una de las cosas muy sobresalientes en esto es que, en términos generales, uno los ve socialmente, incluso en consultas, que habitualmente son encantadores, carismáticos y la patología pasa totalmente desapercibida, salvo que uno sepa leer entre líneas. Incluso a nivel laboral también son personas que tienen características muy interesantes porque siempre tratan de buscar lo negativo del otro para sobresalir ellos. Tienen ausencia de miedo por castigo. Pueden ser irritables, no necesariamente agresivos porque trabajan mucho con el apego psicológico: tratar de mostrar al otro, convencer al otro que el problema es el otro, no él".

No más pregunta, señor juez.