San Martín: Billetera no mata firmeza y convicciones
Más de 20 mil niños y niñas participan en las colonias de verano que organiza el municipio
“En un momento donde se plantea que todo lo que hace el Estado debe desaparecer y que la justicia social no sirve para nada, nosotros mantenemos nuestras convicciones. Por eso mantenemos esta Colonia, que tiene récord de inscripciones y permite que un montón de pibes y pibas de nuestros barrios disfruten del verano”, expresaba, días atrás, el intendente Fernando Moreira, al momento de visitar las Colonias de Vacaciones destinadas a la comunidad de San Martín.
La apreciación del intendente cobra valor y fuerza cuando más de 20 mil personas, niñas y niños, personas con discapacidad y adolescentes, son parte activa de las Colonias Municipales. Son espacios de reencuentro, de socialización, integración, de atención primaria de la salud y, sobre todo, de contención.
Detrás de semejante movilización y organización municipal se pone en evidencia el rol solidario del Estado, aquel que señala Moreira en cada una de las oportunidades que es consultado al respecto.
En un país en que por estas horas el presidente Milei y Juntos por el Cambio reducen al Estado a su mínima expresión y retiran y eliminan programas y planes -por caso, entrega de computadoras para todos los alumnos del país, desfinanciamiento educativo, cierre de Centros Culturales (INCA) y teatros, eliminación de boletos estudiantiles y de programas de atención médica, y varios etc. más- priorizando, en especial, la especulación financiera y bienestar para la casta privilegiada, como contracara de dicha realidad Fernando Moreira demuestra, con acciones concretas, que la acción política de un gobierno no se reduce tan sólo a cuestiones macroeconómicas.
En un país que a base de políticas erráticas y que sólo procuran atender las leyes del libre mercado generando un nivel de pobreza cercano al 44%, es donde la política -la que describe el intendente de San Martín- impera ante las presiones y codicias de sectores corporativos que sólo ven la vida desde su billetera.
