Por efecto Milei paro nacional de ATE
- Editorial Tobel
- hace 3 horas
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Durante toda la jornada. Movilización al Congreso

A las constantes agresiones y maltrato que reciben trabajadores por parte de la ultraderecha gobernante, ahora se le suma una reforma laboral que pone todo el peso para un solo lado del mostrador: del lado del capital. El mundo de trabajo, como se desprende del borrador que hicieron circular desde Casa Rosada, deja al trabajador tirado en la banquina. Así lo entendieron desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) que ha impulsado, este martes, un paro nacional con movilización al Congreso a las 11 para rechazar la reforma laboral impulsada por el Gobierno y advirtió a los gobernadores: “Son cómplices primarios”.
Al respecto, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar dijo que “intentarán imponer una reforma regresiva, pero esta vez el único responsable no será Milei. Los gobernadores son partícipes necesarios del mayor ataque en democracia a todos los derechos laborales. No descartamos movilizaciones nacionales a esos distritos”.
La protesta es en todo el país y en la Ciudad de Buenos Aires. También marchará hacia el Congreso para exigir la “reapertura de paritarias, una recomposición salarial de emergencia y rechazar el intento oficial de recortar un 10% la planta de trabajadores estatales”. Dicho esto mientras el presidente envía al Congreso el proyecto de reforma laboral.
“Vamos a estar en la calle resistiendo”, expresó Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, en una entrevista con radio Splendid.
De acuerdo a su evaluación, el borrador establecido por el Poder Ejecutivo implicaría “una intención muy grande de que desaparezca la organización sindical, los convenios colectivos y los acuerdos de estabilidad laboral, y que no haya más indemnizaciones”.
Una reforma que contaría con la anuencia de gobernadores peronistas que instruyeron a sus legisladores acompañar el proyecto oficial. De consumarse el mismo, toda persona asalariada estará sometida a leyes que le hará perder ingresos y beneficios sociales. Y, sobre todo, no tendrán un sindicalismo o Estado que arbitre ante los excesos empresariales.
Economistas de todo calibre que se precian de serios, al igual que dirigentes políticos y empresariales, fuera de micrófono, coinciden que “no son las leyes laborales las que generan más empleos, son las condiciones económicas, el consumo y las exportaciones, al igual que una adecuada reforma tributaria”.












