Milei eligió ser mal bicho y le está saliendo bien, ¿es así?
- Editorial Tobel
- hace 17 horas
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Su derrotero como presidente así lo certifica

El presidente dejó plantado al jefe del gobierno de CABA: le negó el saludo en público pero negocia en la provincia de Buenos Aires con el PRO
Por: Tano Armaleo.- Depende de qué lado de la vida uno se pare, Milei, el modelo ideológico que profesa, resulta cruel. Deshumanizado y alejado de toda sensibilidad social. No tiene rostro humano, aseguran. Otros, por motivos varios, consideran necesaria su implementación. Aún si el modelo los daña, los afecta, los eyecta del trabajo, cierran empresas y comercios y, sin embargo, bancan la ideología oficial.
Decía Margaret Thatcher, figura a la cual tanto venera el primer mandatario, “no hay otro camino”. Es esto o el fin de la vida, reitera Javier Milei. Una ideología falsa que no tiene sustento.
Los que abrevan y comulgan con un pensamiento humanista y cristiano, y un pensamiento político que tiene al individuo, a la población en general como epicentro, hay otro camino. No precisamente el que reivindica el presidente. Un camino diametralmente opuesto.
No se trata de analizar la impronta presidencial, la de todo su gabinete y las de sus socios del PRO y la UCR, desde el punto de vista filosófico. Mucho menos moral.
Argentina tiene un presidente, a todas luces, autoritario, intolerante y violento. No es loco. Muy por el contrario. Eligio ser mala persona. Mal bicho, dirían en el barrio.
¿Es cruel despiadado, autoritario, violento, soberbio?
La crueldad podría sintetizarse en millones de jubilados que, además de perder un 24% de haberes en nombre del ajuste fiscal, les sacaron medicamentos. Lo propio sucede con pacientes oncológicos. El ajuste también recae sobre los discapacitados de manera atroz. Lo mismo sucedió con miles de comedores sociales a los cuales el gobierno no les entrega alimentos. A raíz de esto, la ministra Sandra Pettovello (Ministerio de Capital Humano) enfrenta varias causas penales. Tuvo varios fallos condenatorios sobre el tema. Es el mismo ministerio que carga con infinidades de denuncia por actos de corrupción en el PAMI.
El sector asalariado pierde por escándalo ante la inflación,11%.11.300 Pymes debieron cerrar las puertas. Más de 1000 panaderías bajaron las persianas. Poco más de 200.000 personas quedaron sin trabajo. Científicos y profesionales se van del país debido al desmantelamiento del CONICET y de todo el andamiaje científico y tecnológico nacional. Las universidades tienen el presupuesto (prorrogado) del 2023. Al igual que el resto de la población, las Universidades no cubren gastos. Y docentes y personal adjunto llevan retrasos salariales muy detrás de la inflación: más de 20%. Cayó el consumo de alimentos y la recaudación impositiva, producto de la recesión. Más de 70% de la población no llega, con sus ingresos, a fin de mes. Millones de niños no comen con regularidad, la pobreza roza el 40%. Los tarifazos y aumentos de boleto de transporte son el otro andamiaje que daña.
Datos, todos, que surgen de fuentes oficiales.
Si esta realidad justificada en un falso ajuste -lo hace la población, no los sectores financieros y los millonarios en dólares- resulta irrefutable, aun existiendo otros caminos, no menos cruel resulta ver a un presidente que eligió ser mala persona. ¡Y es aplaudido y bendecido por no pocas personas!
No se puede ser buena persona y reivindicar al que estafa, evade impuestos y fuga dinero a guaridas fiscales. No se puede tildar de “héroes" a delincuentes. Mucho menos naturalizarlo.
No puede ser buena persona quien, como presidente, define como “soretes”, “pelotudos”, “mandriles”, “inútiles”, “manga de hijos de putas”, “ensobrados”, “corruptos”, “econochantas”. No puede ser buena persona quien como presidente rompe todo pacto democrático. Niega el diálogo y el consenso. No puede ser buena persona quien insulta a un figura religiosa o política por resentimiento o incapacidad. No puede ser buena persona quien considera que o “estás conmigo o sos enemigo”.
Eligió ser todo esto. Ser mala persona. Si no fuera presidente, allá él. Hasta la estafa en criptomonedas (LIBRA) pasaría a segundo plano.
No por casualidad nunca, pero nunca, duró más de dos años en un trabajo. Hasta si parece disfrutar, gozar con la crueldad. La impunidad de la que goza y la protección de ciertos medios de comunicación -grandes grupos que tienen negocios con el gobierno- y el no respetar envestidura negando el saludo a otros funcionarios e insultando, es de mala persona. No tiene límites. Y va por más. Por más autoritarismo y violencia institucional que podría derivar en un verdadero drama social.
Si la máxima envestidura de un país es lo que Milei es, por lo tanto, no se podrá pretender que, por caso, un alumno no insulte y maltrate a un docente.