Micro milagros peronistas, Cambiemos desesperado, Milei se desvanece
- Editorial Tobel
- 16 may 2023
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Todo indica que no es la economía lo que jugó en cada elección provincial. Más bien parece ser la ratificación de un modelo que lleva 70 años de logros.

Por: Tano Armaleo.- A contrapelo de lo que sostenían no pocas encuestadoras, medios capitalinos, dirigentes opositores (nacionales e internacionales) que auguraban el derrumbe del peronismo, del kirchnerismo, del populismo, es decir el Frente de Todos, las elecciones del domingo 14 realizadas en Salta, Tierra del Fuego y San Juan volvieron a poner al oficialismo en la senda de los victoriosos. La contracara la puso la derecha de Juntos por el Cambio que, a excepción de Jujuy, aun no registra triunfos electorales en lo que va del 2023.
Así como Salta, Tierra del Fuego, San Juan y La Rioja depositaron una amplia sonrisa en el gobierno nacional, no menos anchos fueron los resultados en Rio Negro, Misiones y Neuquén donde las listas ganadoras estaban integradas por el Frente de Todos.
Frente a la contundencia de los resultados surge que no es la economía lo que jugó en cada elección provincial. Más bien parece ser la ratificación de un modelo que lleva 70 años de logros.
Si malos fueron los resultados obtenidos por Juntos por el Cambio en cada una de estas provincias -ganó tan sólo en Jujuy donde encabezó el radical Carlos Sadir como gobernador-, peor resultados logró el espacio Libertad Avanza, la ultraderecha antisistema democrática que lleva a Javier Milei como candidato a presidente.
Todo indica que Milei llegará a las elecciones con las alforjas muy escuálidas en materia de votos. El hecho de no contar con un entramado y andamiaje político a nivel nacional, provincial, y de igual manera en no pocos distritos, esto se ve reflejado en la provincia de Buenos Aires claramente, una provincia donde las elecciones definen el destino del país, deja en serias desventajas al diputado de la ultraderecha.
Milei está convencido, así lo comentan los dos pilares que sostienen y arman la alquimia electoral y política del candidato, su hermana Karina y el operador mediático Carlos Kikuchi, que con su verba y el apoyo de medios capitalinos y el trabajo en redes sociales, es suficiente para “vencer a la casta política”.
La virulenta interna por la que atraviesa Juntos por el Cambio, el no encontrar un claro mensaje político que exceda la agresión hacia todo el Frente de Todos como método discursivo, al igual que no tener un conductor, posiciona a la alianza de derecha en un franco proceso inferior frente al oficialismo. Así se desprende con sólo analizar los resultados electorales en las 8 provincias donde las urnas hablaron.
Además, no pocos sociólogos entienden que judicializar la política, recurrir a las denuncias apresuradas, utilizar al Poder Judicial para obstruir el debate y socavar la voluntad popular, además de cargar con un pasado que por estas horas la población comprende el daño que le infligieron al país -citan la deuda con el FMI, como muestra elocuente-, no contribuyen a ordenar el frente interno en Juntos por el Cambio. A pesar de este panorama, en estas horas dirigentes del radicalismo de Formosa acaban de solicitar que la Corte prohíba que el gobernador Gildo Insfrán pueda ir por un nuevo mandato a pesar de que la Constitución provincial permite la reelección indefinida.
En un reportaje que Lo Nuestro mantuvo con ¡intendente de San Fernando Alfredo "El nene" Viviant, allá por los años 80, el experimentado y apreciado dirigente decía, no sin picardía, algo así como que “el peronismo tiene una estructura profundamente humanista y cristiana, por lo tanto, los milagros son parte de nuestra liturgia”. La referencia del dirigente tenía que ver con la realidad social y económica del 89 que requería verdaderamente de “un milagro” para salir de la hiperinflación desatada, entre otras cuestiones, por la fuerte presión del sector empresarial. Por lo tanto, siguiendo aquello que rescatamos del archivo de la memoria y parafraseando a Viviant, el Frente de Todos asiste a micro milagros. Tal vez el gran milagro sería ganar las elecciones en un contexto en que analistas políticos y no pocos dirigentes del FdT, imbuidos de un espíritu derrotista, temen que la derrota esté más cerca que el triunfo.
Cierto es que en un país contradictorio, pero sobre todo desigual, donde el mundo empresarial continúa acumulando balances positivos, alto nivel de exportaciones y además hay muy bajo índice de desocupación, entre otras cuestiones positivas, mientras los salarios continúan pauperizados, la inflación carcome los bolsillos de millones y la pobreza perturba el corazón de todo bien nacido, el punto que continúa siendo materia de debate, desde hace más de 70 años, es cómo se distribuye la renta nacional.
El modelo que viene siendo derrotado en 7 de las 8 provincias, apuesta al libre mercado, al despido de más de un millón de empleados del estado en todo el país (gobernaciones y municipios), a la privatización de las jubilaciones, a la libre importación, por consiguiente, el cierre de miles de empresas y el deterioro de las economías regionales, reducción extrema de la obra pública, entre otras cuestiones. Es decir, la población apuesta, por lo visto, al populismo en el convencimiento, seguramente, de que por esa senda podrá concretar muchos de sus sueños.
Claro que para que se produzca "el gran milagro" en medio de una escalada de precios alarmante y fuerte presión devaluatoria, el Estado deberá meter manos sobre formadores de precios, en el sistema tributario, en el manejo de exportaciones, y en el sistema bancario que, vale recordar, acaba de ser denunciado por la AFIP por maniobras irregulares, ilegales, con el objeto de fugar divisas.
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