Lo que sobra en Qatar 2022 son dólares, y víctimas

A la natural disputa deportiva que moviliza a millones de personas y mueve cifras inimaginables en dólares, el mundial de Qatar es objeto de duras denuncias por violación a los Derechos Humanos: más de 6.500 trabajadores inmigrantes fallecieron a causa de las indignas condiciones laborales. Quienes levanten la copa embolsarán US$42 millones

Por: Fernando Gañete Blasco.- Como cada cuatro años, la pelota será la protagonista en el mundo. En este caso, las miradas estarán puestas en Qatar. Pero a diferencia de lo que fuera históricamente donde los mundiales de fútbol se desarrollan entre junio y julio, en este caso se celebrará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre. Esto es debido a las elevadas temperaturas que se registran en ese país a mediados de año donde superan, por momentos, los 50 grados centígrados.

Esas altas temperaturas fueron las que sufrieron los trabajadores contratados para construir los estadios y las obras de infraestructura para el Mundial. Además de estar en condiciones de cuasi esclavitud, distintas organizaciones de Derechos Humanos denunciaron que fallecieron más de 6.500 trabajadores inmigrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka en Qatar desde que el país del Golfo fue nombrado organizador del Mundial de Fútbol hace doce años. Una investigación de The Guardian ratificó lo que sucedía. La FIFA hizo oídos sordos. En el Congreso realizado días atrás en Qatar, poco antes del sorteo del Mundial, ocurrió otro hecho inédito, la presidenta de la Federación Noruega de Fútbol, Lise Klaveness, manifestó -cuando le tocó la palabra- que: “Un mundial acá es inaceptable. Fue concedido en condiciones inaceptables y con consecuencias inaceptables. Deberíamos pensar en los trabajadores heridos y los familiares de los fallecidos”. Por supuesto que inmediatamente recibió respuesta de los “hombres del fútbol”, el presidente de la Federación de Fútbol de Honduras quien le dijo: “Este no es un foro de Derechos Humanos, hablemos de fútbol”.

También hay otra llamativa particularidad. Hasta hoy, el mundial más costoso fue el de Rusia que, según cifras oficiales se gastaron US$ 14.800 millones. En Qatar se estima que el costo rondaría los US$ 250.000 millones. A En este país crearon una ciudad, Lusail City, que pretenden que sea la “Las Vegas” de los países árabes.

Más notas distintivas. El jefe de seguridad del Mundial de Qatar 2022, Abdulaziz Abdullah al-Ansari, advirtió días atrás que no se podrán desplegar en los estadios banderas de la comunidad LGBTQ+ y que serán confiscadas, como una "medida de protección". Las relaciones homosexuales son condenadas en ese reino, incluso, con la pena de muerte.

No son las únicas particularidades que tiene la disputa de esta Copa del Mundo. Ya los inicios fueron atípicos ya que la FIFA siempre seleccionaba al país sede del Mundial cada cuatro años y a ocho de disputarse. Más en el 2010 fueron seleccionados los anfitriones de las dos Copas del Mundo venideras. Es así como fueron designadas Rusia para 2018 (le ganó a Inglaterra que se había presentado como sede) y Qatar 2022 (venciendo nada menos que a EE.UU.). Quizá esto haya movilizado en lo que años después se denominara el FIFA Gate donde varios dirigentes y empresarios fueron enjuiciados -y muchos de ellos condenados- por delitos de corrupción y lavado de dinero. Cabe aclarar que estos procesos fueron llevados a cabo por la justicia norteamericana, por eso todos los condenados son de origen americano (ya sea del sur, centro o norte del continente) que hicieron transacciones con cuentas bancarias de los Estados Unidos. No faltan quienes presumen que fue una cuenta por haber perdido la organización del Mundial, nada menos que ante un país árabe. Dentro de esas “casualidades” hace unos años Estados Unidos denunció que Qatar financiaba el terrorismo y, por otro lado, el Mundial 2026 se disputará en Estados Unidos, junto con México y Canadá.

Este año la FIFA, que siempre se mantenía al margen de las cuestiones políticas, tuvo una actitud atípica también ya que sancionó a la selección de Rusia y no permitió que disputara sus encuentros por eliminatorias cuando las tropas de Putin desembarcaron en Ucrania. Otra particularidad que tendrá Qatar 2022.

Pese a todo ello, la industria del fútbol no para. Más allá de que la FIFA estimó las pérdidas económicas -producto de la pandemia del Covid- en US$ 12.000 millones, eso no impidió que la pelota siguiera rodando. Este año, la entidad madre del fútbol mundial anunció que erogará cerca de US$ 1.500 millones para el máximo torneo, de los cuales 440 millones estará destinado a los premios de las 32 selecciones participantes.

La distribución de los premios será de la siguiente manera:

· Campeón: embolsará US$42 millones

· Subcampeón: 30 millones de la misma moneda

· 3er puesto: 27 millones

· 4to puesto: 25 millones

· 5.º al 8.º puesto: 68 millones (US$ 17 millones por equipo)

· 9.º al 16.º puesto: 104 millones (13 millones por equipo)

· 17.º al 32.º puesto: 144 millones (9 millones por equipo)

Por último, todas las selecciones recibirán US$ 1.5 millones antes de la competición para cubrir gastos de los preparativos. Entre los 32 equipos suman 48 millones que sumados a los 440 millones de premios, alcanzan los US$ 488 millones.

A ello hay que agregarle -en caso que el equipo campeón sea el Seleccionado argentino- que la Conmebol anunció un premio extra de US$ 10 millones si el que levanta la copa del mundo es un equipo sudamericano.

El fútbol sigue recaudando, y cada vez más. Por ello el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, propuso que los mundiales se disputen cada dos años. Esta fue una idea rechazada, por ahora, por las federaciones de la mayoría de los países. Es que los intereses del imperio del fútbol mundial empiezan a tener un adversario muy poderoso, económicamente hablando, ya que las selecciones nacionales se enfrentan a los intereses de los clubes, donde hoy los dueños de los principales equipos son los magnates más importantes del mundo y no quieren que sus joyas (jugadores) estén más tiempo con la selección de su país que en el equipo que les paga los salarios millonarios.