Larreta juega con fuego, corre a Jorge Macri para instalar a Lousteau
A pesar de los chats que lo comprometen con supuestos actos de corrupción en su gobierno, y , de una manifiesta connivencia con jueces de la Corte Suprema, cerrar con el radicalimo le estaría otorgando una fortaleza que no logra tener en su propia casa, el PRO.
La reciente foto evocando aquella imagen de los Beatles caminando por las calles londinenses, donde se ve, en este caso, a un Horacio Larreta secundado por el radical Gerardo Morales, detrás a Martín Lousteau y cerrando la fila a un Diego Santilli, todos atravesando una calle de Mar del Plata, fue una contundente señal política. Una señal que dice: el armado electoral lo encabeza Larreta y lo secunda el radicalismo. En CABA, todas las fichas para el saltimbanqui Martín Lousteau y en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli.
Una apuesta, la de Larreta y del jujeño Morales, que no tiene el consenso generalizado ni del PRO y, mucho menos en el radicalismo.
Con sólo ver lo que sucedió ayer en la cubre convocada por Gerardo Morales en Mar de Plata de la que participaron dirigentes el líder de Evolución Martín Lousteau, el jefe de la bancada en la Cámara de Diputados de la Nación, Mario Negri, los mendocinos Julio Cobos y Ernesto Sanz; y los alistados para la pelea bonaerense: el diputado provincial Maximiliano Abad, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el diputado nacional Martín Tetaz, y lo que se dijo fuera de la reunión, es evidente que nada está cerrado. Que todo es un complejo torbellino de agresiones, de revelaciones de espionajes ilegales, y agresiones verbales sin medias tintas.
“No vamos a ser, nuevamente, el furgón de cola del PRO, tenemos historia y el mejor candidato, Facundo (Manes)”, sostuvo un encumbrado dirigente de la provincia de Buenos Aires instantes antes de ingresar al encuentro radical de Mar del Plata.
Así como no pocos radicales no dirigentes que les impongan un candidato macrista -por Larreta-, en el núcleo duro del PRO tampoco están dispuesto a tragar mansamente ceder CABA al radicalismo, más precisamente a Lousteau. Tampoco que un hombre de Larreta sea el candidato en la provincia de Buenos Aires. Se refieren a Diego Santilli.
Lo que es cierto, es que Horacio Larreta juega con fuego y, por lo visto no teme quemarse. Se viene bancando los carpetazos, salidos, todo así lo indica, de usinas amarillas, revelando serios actos de corrupción administrativas en su gestión por parte de funcionarios de su íntima confianza, y connivencia con el poder judicial, ampliar nota en nuestra Web: Larreta tuvo que recular en chancleta
Ningunear a Jorge Macri del escenario electoral, no ha de ser un acto gratuito. Es un tiro por elevación a Mauricio Macri y a su gran enemiga: Patricia Bullrich. ¿Esto podría significar que se revelen más chats de funcionarios de su entorno?, ¿Hasta dónde estaría dispuesto Larreta aguantar más datos surgidos de espionajes ilegales que lo dejan muy mal parado?
Frente a este escenario en que radicales, macristas y la banda de Elisa Carrió se enfrentan entre sí, el ex presidente pareciera consolidar su precandidatura. Es lo que sugieren en su entorno.
En el mientras tanto, Jorge Macri, quien siempre se muestra como una figura que no le ingresan las balas amigas, insiste con su candidatura. Sin amilanarse, invita al radicalismo a ir a las PASO. Definir la candidatura, en este caso de jefe del gobierno de la Ciudad, mediante el voto. “Jorge no se baja, entendélo”, aseguraba un colaborador del Ministro del Gobierno de Horacio Larreta, dejando en claro que lo suyo no es una cuestión personal. Es parte de una jugada previamente consensuada con el macrismo más puro.
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