La Cámara de Comercio e Industria de Tigre pide alivio a municipios

La entidad se plegó al planteo de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires.

La crisis del modelo llevado adelante por el gobierno nacional (neoliberalismo extremo) está infligiendo serios daños al sector productivo, industrial y comercial, repercutiendo, como es de imaginar, en el sector del trabajo. La caída en ventas en supermercados, por, caso, es una simple muestra de que la crisis está en los mostradores. A tal punto que la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) acaba de solicitar a los municipios una suerte de alivio fiscal para enfrentar la recesión.

En el mismo sentido, la Cámara de Comercio e Industria de Tigre (CACIT) se solidariza con la FEBA y hace público un pedido a los poderes ejecutivos de todos los municipios bonaerenses para que atiendan el reclamo.

A través de un documento CACIT describe que “las Cámaras asociadas ante la compleja situación que atraviesan las PyMEs se dirigen a cada uno de los Municipios en un contexto económico que continúa poniendo en riesgo la estabilidad de comercios, industrias y prestadores de servicios”.

La entidad gremial empresaria provincial viene “observando con atención el impacto que la actual coyuntura está generando sobre la continuidad de muchas unidades productivas, la sostenibilidad del empleo y la dinámica económica local”. Y aseguran que “numerosos comercios, industrias y prestadores de servicios ya han cerrado. Otros miles se encuentran operando con márgenes cada vez más estrechos, haciendo grandes esfuerzos para sostener sus actividades y cumplir con sus obligaciones”.

Datos del INDEC y de no pocas entidades empresariales como UIA, CAME, APYEM, entre otras, reflejan con datos en la mano la recesión: 19.300 Pymes cerraron, más16.000 comercios barriales cerraron las puertas, así lo denunció la Unión de Kioskeros de la República Argentina; cerca de 2.000 panaderías apagaron los hornos; 257.000 personas fueron despedidas del trabajo. Mientras esto sucede, la importación indiscriminada destruye la industria local, arrincona al comercio barrial y destruye trabajos. El país no acumula dólares, sólo ingresan los que el gobierno toma para sostener la “timba financiera”, deuda pura.

Como se observa, el modelo oficial no tiene al sector productivo y comercial nacional en la agenda oficial. No obstante, extrañamente son muchos de estos empresarios y comerciantes quienes votan a favor de Milei.

Dentro de este marco, desde “FEBA consideramos indispensable que desde cada Municipio se prioricen medidas de alivio y contención para el sector productivo, evitando disponer aumentos en las tasas municipales o la creación de nuevos tributos que incrementen la presión sobre empresas ya afectadas por la situación general. Entendemos que decisiones de este tipo tendrían un impacto directo en la preservación de puestos de trabajo, el sostenimiento de la actividad económica y la previsibilidad necesaria para quienes invierten y producen en la comunidad”.

Por su parte, CACIT, como entidad local asociada, traslada la inquietud de “quedar a disposición para trabajar articuladamente en iniciativas que fortalezcan el desarrollo productivo local”.