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"La Compañera” le pone la tapa a los formadores de precios


Producen, aglutinados en cooperativa, tapas para empanadas a un costo infinitamente inferior a las grandes marcas: $20 la docena


Esta es la historia de un grupo de militantes de una localidad salteña cercana a la capital provincial. Su nombre Atocha, o más conocida como la República Lírica de Atocha. Es que eran tierras de un poeta salteño llamado José Solís Pizarro quien soñaba que Atocha fuera la patria espiritual de los poetas del norte. Hoy esas personalidades le dan los nombres a las calles del pueblo.


En Atocha hace unos años, un grupo de militantes políticos/sociales los atravesaba la lucha por una justicia social, un reparto más equitativo de la riqueza, un concepto de solidaridad para con el que menos posibilidades tiene y, algo muy particular, es que hacían bollos, panes, tortillas, pastelitos. Un día decidieron unirse en esto último para un objetivo común. Sin dejar de lado el trabajo social, cada uno aportó algo y decidieron unir fuerza de trabajo. Así -desde la casa de uno de ellos- comenzaron a hacer tapas para empanadas como producto principal sin diversificarse mucho. Corría fines de 2019 y comenzaron a tener un interesante crecimiento. Empezaron a llegar pedidos de comercios grandes y ellos no estaban organizados impositivamente para hacer frente a ello. Allí comenzaron a estudiar alternativas. Hablaron con gente vinculada a la economía social que les habló de las cooperativas y los valores de estas.


“Cuando nos hablaban de lo que son las cooperativas y sus valores, parecía que nos estuvieran describiendo, éramos nosotros. No dudamos y comenzamos a hacer lo necesario para presentar todo en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Antes de iniciar los trámites, nos agarra la pandemia” cuenta Carlos Suárez, el presidente de la Cooperativa La Compañera Ltda. Que desde hace algo más de un mes cuenta con la matricula del INAES.



Con gran entusiasmo, los seis integrantes de La Compañera notaron la diferencia de ingresar al plano de la formalidad y las puertas que se les abren al formar parte del INAES. Tal es así que inmediatamente tuvieron un crecimiento exponencial.

Ante la consulta del motivo del nombre La Compañera explican de la admiración hacia Eva Duarte de Perón y el trabajo que hizo por los más vulnerables y por sus derechos; así es que decidieron homenajearla y el logo es una ilustración de Evita.

“Cuando comenzamos vendíamos 35 docenas de tapas de empanadas semanales. Hoy estamos en las 10.000 docenas por mes y seguimos creciendo. Es que son de muy buena calidad y las vendemos a el 50% de lo que están en el mercado. Ahora nos está quedando chico el lugar, porque seguimos produciendo desde la sala de mi casa. Por eso esperamos pronto poder ampliar la infraestructura y adquirir una cámara frigorífica para vender más cantidad, más lejos y expandirnos” cuenta su presidente que sueña con poder vender a todo el país.


No sólo lograron que se regule el precio de los productos en la zona, sino que además se les ocurrió una buena idea para seguir colaborando con los vecinos de Atocha y la economía social del lugar, ya que el propio presidente de la Cooperativa La Compañera lo explica: “En la pandemia veíamos que a mucha gente se le estaba haciendo difícil adquirir la comida. Nosotros tenemos precios más bajos en algunos productos por comprar al por mayor y a gran escala, por lo que hacíamos compras mayores y les trasladamos esos precios a la gente. Entonces hicimos bolsones con muchísima mercadería (harina, huevos, verdura, fideos, fruta, arroz, varias cosas más y obviamente las tapas para empanadas y para tartas nuestras iban de regalo) todo eso a $500.


Una experiencia más que, por sí sola, explica la importancia de las cooperativas siempre en una comunidad y lo distinto que es cuando quienes producen lo hacen pensando en sus vecinos, ya sean estos del mismo pueblo, ciudad, provincia o país.

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