Fracaso del modelo: salarios corriendo detrás de la inflación (1,9%), cierre de Pymes y comercios
- Editorial Tobel
- 11 sept.
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El Indec dio a conocer el índice inflacionario de agosto. El consumo continúa en caída.

Los datos de la economía doméstica, aquella que alcanza al ciudadano de a pie, al que produce y trabaja, continúa deprimida. En este marco, el Indec dio a conocer que la inflación de agosto, extrañamente, fue idéntica a la de julio: 1,9%.
Mientras este dibujo estadístico elaborado por técnicos del organismo es cuestionado, en lo que va del gobierno de los hermanos Milei y sus socios del PRO y la UCR, el modelo se llevó 12.300 PyMes, 16.000 comercios y dejó en la calle a más de 217.000 trabajadores. Además, el consumo masivo no repunta y los precios en las góndolas continúan remarcándose al compás de un dólar subsidiado por el gobierno a costa de la población.
En lo que respecta al consumo masivo, éste sigue sin encontrar su piso y en agosto cayó el 17,2% interanual. Una de las retracciones más duras de los últimos años, según el relevamiento mensual que realiza la consultora Scentia. En julio pasado había tenido una descenso del 16%. En tanto, si se analiza el año hasta la fecha, la caída acumulada es del 10,6%.

Gráfico elaborado por el Centro de Estadísticas de la Federación de Sindicatos Municipales de Buenos Aires
Una caída motivada por la falta de dinero en los bolsillos de la población. Frente a este cuadro, no pocos economistas y políticos se preguntan de qué sirve tener la inflación que “vende” el gobierno si no hay consumo. Por lo tanto, el que produce terminará como está sucediendo en estos momentos. Empresas como Arcor, Molinos, Ledesma, La Serenísima, entre otras, perdiendo rentabilidad, tal cual revelan los balances, es la muestra clara del fracaso de un modelo comprobadamente fracasado: Menem, De La Rúa tenían inflación negativa, y la timba financiera de Macri.
Es un modelo que garantiza rentabilidad tan sólo a un puñado de selectas grandes empresas, entre ellas, las extractivistas, agroexportadoras y el sector financiero. En este sentido, "el mercado" acaba de comprarle (bonos) al gobierno por 6 billones de pesos. Para el resto de la población, el que produce y trabaja: “no hay plata”.












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