En la Capital Nacional de la Industria, San Martín, el tarifazo golpea a las PyMes
Así lo advierte el intendente Fernando Moreira tras un relevamiento en el sector productivo
Foto archivo
La situación es extremadamente delicada, producto de un modelo ideológico llevado adelante por el gobierno nacional: liberación de precios (tarifazos), importación indiscriminada, eliminación de la obra pública, despidos, cero estímulo a la industria, frente a un fuerte apoyo al sector especulativo financiero. A raíz de estas directrices de un extraño fundamentalismo económico que ningún país utiliza, la economía viene sufriendo un serio retroceso, al igual que los bolsillos de la población. Por su parte, la capacidad industrial instalada retrocedió, por la baja de consumo (28%), del 70% a un 54%.
"El tarifazo ya golpea a las PyMEs y comercios de San Martín, que este mes recibieron aumentos de 350% promedio en luz y gas”, dijo Fernando Moreira, intendente de San Martín, Capital Nacional de la Industria.
Semejante cuadro tarifario, sumado a la baja de consumo, por consiguiente, de la producción, CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), vale mencionar, registra una caída cercana al 28% de las ventas en comercio, está llevando a no pocas empresas y Pymes a cortar turnos y suspender personal. Otras directamente despiden personal.
Quien refleja claramente la crisis es la AFIP que registra una caída de la recaudación impositiva superior al 20%. Dentro de este marco, los municipios, así lo describen intendentes, la recaudación de Ingresos Brutos ha entrado al tobogán.
Frente a este complejo panorama, Moreira describe que “estamos en una situación angustiante e inviable para muchos empresarios y comerciantes, que se agrava con el contexto de recesión económica generado por Milei”.
Un claro ejemplo de lo que significa el tarifazo es el de una quesería frente al municipio de San Martín. De pagar la última factura de luz por un valor de 165 mil pesos, en estos días por el mismo nivel de consumo debe desembolsar cerca de 500 mil pesos. Y aún le falta la factura de gas y agua. Casos similares suceden en domicilios: Amelia pagaba en un departamento de dos ambientes en Munro, 18 mil pesos de luz, ahora 50 mil pesos. Más dramática es la situación de instituciones públicas y clubes barriales.
