El neoliberalismo también celebra el Día de la Mujer
Ha descubierto que en la fragmentación de la lucha tiene un gran aliado para seguir acumulando y sometiendo subjetividades
Por: Tano Armaleo.-“No es una festividad de flores y corazoncitos, sino, un festejo de la lucha”, resumió la socióloga Dora Barrancos a modo de describir el significado del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. De este modo, y sin dejar de lado la alegría que significa lo mucho que se ha recorrido en materia de derechos para la mujer, marca que aún quedan no pocas asignaturas pendientes por concretar.
Es una lucha asimétrica en que la mujer todavía continúa en desventaja ante la mirada y poder del hombre. Una lucha que, en algunos casos, el denominado feminismo no siempre suma al hombre en esto de reconstruir construir nuevos valores. Así como para el peronismo, con la gran abanderada por más derechos inclusivos que fue Eva Perón -la que puso en marcha el voto femenino-, la mujer comenzó a involucrase más férreamente en el debate político, no menos cierto fue que el impulso las nuevas generaciones le sumaron “la lucha por la igualdad de derechos y en contra de toda manifestación de violencia” como expresan desde el Frente de Todos.
Cierto es que, el neoliberalismo, por lo menos para quien esto escribe, ha descubierto que en la fragmentación de la lucha tiene un gran aliado para seguir acumulando y sometiendo subjetividades:dividir para reinar.; todos, todas tienen una cuita de poder por lo tanto nadie lo tiene. Aún, cuando el avance feminista tiene la total legitimidad que le otorga la lucha emprendida, y el haber generado conciencias social, y comprensión popular a la hora de rechazar todo tipo de violencia, y seguir sumando andamios que amalgame la paridad de género, cierto es que, la segmentación muchas veces actúa como dique de contención a los grandes reclamos populares.
En un mundo claramente controlado por las redes sociales, donde la población parece hiper informada, pero poco formada, donde el sentido de libertad pareciera estar atando a los caprichos de los algoritmos, y las redes amplían la individualidad, cobra importancia vital importancia manifestarse y expresare en las calles; en las Unidades Básicas, en los locales partidarios, llegado el caso. Encontrarse y reencontrarse con el que no siempre tiene una mirada coincidente pero que es imprescindible persuadirlo que las batallas no se ganan en soledad o en la segmentación de las discusiones. ¡Vaya si lo saben Madres y Abuelas de Plaza de Mayo! Siempre ellas, las mujeres, que se animan y dan el primer paso. Son una clara expresión de lucha sin rencor ni odio que, tal vez, sin pretenderlo, son un estandarte de lucha contra todo tipo de violencia y de conquistas por más derechos.
