top of page

De Raúl Alfonsín a un “profesor”, Milei, al que ningún padre dejaría para que eduque a su hijo 

  • Foto del escritor: Editorial Tobel
    Editorial Tobel
  • hace 2 horas
  • 2 Min. de lectura

A 42 años de la llegada de la UCR al gobierno y a dos de la ultraderecha en la Casa Rosada. Si el radical representó todos aquellos valores democráticos e institucionales que nadie podría estar en contra, el actual presidente encarna todo lo contrario.


ree

Hoy, 10 de diciembre, se cumplen 42 años en que el radical Raúl Alfonsín se asomaba en el balcón de la Casa Rosada tras años de terror, crímenes de lesa humanidad y de someter al país a una crisis económica (endeudamiento mediante) sin precedentes. Esa fue la dictadura cívico-militar que asoló al país, con la anuencia de los EE.UU, dejando en el camino el sueño de 30.000 personas. El binomio Alfonsín-Martínez ganó las elecciones con el 51,75% de los votos frente al 40,16% del tándem Luder-Bittel.


Alfonsín, fiel a sus convicciones y principios radicales, lo que hoy carece la UCR, decidió asumir un 10 de diciembre. La fecha no fue una cuestión azarosa. Muy por el contrario. Es el día  Día Internacional de los Derechos Humanos. Bajo dicha impronta el fallecido presidente encaró lo que fue el Juicio a la Junta de Comandantes. Instancia judicial sin precedentes en el mundo; ampliar nota en nuestra Web: Juicio a la Junta...


Si bien el gobierno de Alfonsín debió enfrentar presiones y levantamientos militares -muchos de esos personajes hoy están enrolados en La Libertad Avanza-, también se topó con un cuadro económico-social complicado. Los años de dictadura no fueron en vano. Hizo estragos en todos los planos. El país lo pagó caro y lo pagó caro Raúl Alfonsín que debió entregar antes el gobierno en la convicción de que eso era lo más atinado para el pueblo. Las presiones de grupos mediáticos y empresariales socavaron su gobierno.


Sin embargo y a diferencia de otro presidente, en este caso Javier Milei que también asumió un 10 de diciembre pero de 2023, Alfonsín, y aquel radicalismo, nunca perdió el norte en cuanto a valores esenciales de la democracia y respeto a la institucionalidad se refiere. La búsqueda de diálogo y consensos, aún en plena debacle económica, siempre estuvieron en la agenda oficial.


Es evidente que Javier Milei es la contracara del modelo democrático que enarbolaba Alfonsín. Como si fuera el “empleado del mes”, Milei, sus ministros y legisladores representan todo lo contrario de lo que el ciudadano de pie, el que produce y trabaja espera de un presidente. Milei, a instancias de “El Jefe”, su hermana Karina, es -como se observa- violencia institucional, insulto, maltrato, desprecio a discapacitados, falta de respeto por quien opina distinto. Si el gobierno de Alfonsín aún con todas las contradicciones y críticas que se le puedan descargar tenía en agenda un esquema productivista, de apoyo a la producción y al trabajo, al cuidado de las mayorías y reivindicaba la soberanía nacional (Malvinas) en todos los ámbitos internacionales, y entendía que la justicia social no es un relato al igual que la unidad nacional, la ultraderecha que representa Milei es la cara opuesta. El actual gobierno, no es ninguna novedad, juega al enfrentamiento de la población, alimenta la grieta y estimula el odio.


Milei es el profesor al que ningún padre dejaría en manos para que su hijo sea educado por él. Es el que le dio y la da la espalda al Congreso de la Nación.

BP_PF_300x250_1px banner bco.gif
bannnnner.jpg

Presentado por

Logo Tobel -blanco.png
bottom of page