Crisis en el Colegio Médico de la Provincia de Buenos Aires
- Editorial Tobel
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Médicos de distintas regiones objetan manejos administrativos definiéndolos como “pocos transparentes” y reclaman mejores ingresos jubilatorios

Por: Tano Armaleo.- La crisis nacional sacude a todos los sectores sociales y económicos, a excepción del mundo financiero, agroexportador y extractivista. En este sentido, el presidente Milei y sus socios del PRO y la UCR no escatiman esfuerzos para dañar al que trabaja, produce o vela por la salud de la población. Los más afectados: jubilados. Entre éstos se ubican los médicos. Y, en particular, los de provincia de Buenos Aires que, a pesar de tener una caja propia que debiera mitigar los “bajos ingresos jubilatorios”, aseguran estar recibiendo “montos muy por debajo de la Canasta Básica Familiar”: $1.110.000 al mes. Aún cuando el Colegio “tiene suficientes fondos disponibles” para atender estas cuestiones. El punto es que dicha institución “con lo que recauda de cada uno de nuestros aportes, prioriza una matriz financiero-especulativa antes que mejorar nuestros ingresos jubilatorios”.
Quienes así lo resumieron ante Lo Nuestro fueron la médica Claudia Laroux y María Inés Álvarez y Luis Güiraldes. Profesionales, en este caso, de la Región Norte que, al igual que otros de sus colegas de la provincia, están reclamando un cambio conceptual dentro del Colegio. Están nucleados en la Asociación Médica Jubilados y Pensionados de la Provincia de Bs. As.
Al respecto, explican que los directivos del Colegio -que dicho sea de paso cobran jugosos y millonarios salarios por actuar en el Directorio- conciben y dirigen a la institución como si fuera una entidad financiera o bancaria, “pierden el sentido solidario y del bien común que debe priorizarse”, dice Luis Güiraldes. Por su parte, la médica Álvarez, a modo de ejemplificar a dónde van los fondos que recaudan de cada uno de los médicos, asegura que “el Colegio tiene campos en Corrientes, hotel en La Plata y activos financieros que ya sabemos cómo pueden terminar”.
Las quejas fueron expresadas a través de un documento que acercaron al Colegio. En el mismo describen el padecimiento por el que atraviesan. Que no es distinto al de millones de jubilados y pensionados de todo el país. Cabe recordar que este sector etario es el que carga con el mayor peso del ajuste del gobierno del autoritario y violento presidente Milei.

En el escrito las y los profesionales describen que ante la crisis “que se tornó crónica, hemos procedido al reclamo periódico de cobro de Bonos/Subsidios, los cuales se nos ha concedido, pero de forma discontinua y sin la periodicidad tal que logre efectivamente compensar la pérdida del poder adquisitivo al que han llegado nuestros haberes”. Y agregan: “no obstante los reiterados reclamos efectuados al respecto durante este año, luego de haber recibido el último bono en julio 2024, se nos otorgará otro recién en julio 2025”.
El temor de que detrás de tanta danza de cientos de millones de pesos que transitan por el Colegio Médico pudieran generarse actos distantes con la transparencia administrativa, de acuerdo con lo manifestado por la profesional Claudia Leroux, el tema “escaló al plano judicial”.
En la necesidad de que el Colegio, que alberga a 6000 activos y cerca de 16.000 jubilados, recupere la razón de ser, distintas regiones de la provincia comenzaron a movilizarse y vincularse para consolidar un espacio político que logre desplazar a la actual conducción.
La cruda realidad que padecen, en este caso las y los médicos jubilados de la provincia, no dista de la de otros Colegios profesionales, por caso, el de los abogados. Ellos también perciben ingresos por parte del Colegio muy por debajo de la Canasta Básica. No así otros colegios. Lo que bien podría revelar criterios de conducción político-administrativa: dónde se pone el acento, en lo especulativo o en el bien común, el del afiliado.
Si bien los médicos provinciales jubilados por el IPS (Instituto de Previsión Social) reciben ingresos que rondan 1.5 millones de pesos, lo concreto es que el Colegio, que debiera actuar como verdadera caja compensadora, se presenta como una entidad más bien recaudatoria.
“De que sirve tener un Colegio con activos financieros espectaculares y colegas percibiendo haberes indignos”, refirió Güiraldes dejando entrever la necesidad de reformular la política interna del Colegio.