Violencia en el futsal, un heridos y detenidos
Olivos
Por: Tano Armaleo.- Lo que debiera haber sido una fiesta del deporte, terminó convirtiéndose en tragedia: heridos, un internado producto de un puntazo de faca y detenidos. No hace falta una muerte para asistir a una tragedia. La tragedia la constituye la impotencia e incapacidad por no encontrar el camino para desterrar la violencia en las canchas. En este caso puntual, se refiere a los hechos acaecidos en el torneo de futsal disputado entre el Club Sarmiento y Unión de Olivos, ambos de Vicente López.
Al finalizar la disputa de futsal entre las dos instituciones de sumo prestigio y respeto en la comunidad, y con fuerte contención y trabajo cultural y deportivo en Olivos, la calle terminó siendo el escenario donde algunos creyeron ver que allí se podría definirse el partido. Todo termino con un herido de faca -hospitalizado, hoy fuera de peligro-, un detenido y serios desmanes en el barrio.
Si bien las agresiones (domingo 15) se produjeron fuera del Club Sarmiento, lo cierto es que el clima que envuelve al futbol en general, contribuye una suerte de puente por donde los violentos logran expresarse. Para esto, un rol fundamental juegan los directivos, y padres de chicos –adolescentes y jóvenes- que son parte activa del futsal. Bastaría por ejemplo, expulsar a padres o hinchadas violentas de los estadios para comenzar comprender que el deporte no es un campo de batalla. No es casualidad que en otros deportes no se exprese la violencia. Es muy extraño, por no decir imposible, que suceda. Es una cuestión cultural, obvio; no de clase, que quede muy en claro. Bastaría ver el comportamiento de muchos padres dentro de la cancha y la pasividad del árbitro, parea descifrar que allí comienza el lento camino hacia la violencia.
Desafortunadamente, estamos asistiendo a un panorama nacional cargado de violencia institucional, por lo tanto, ha de resultar complejo resolver las agresiones que surjan de las pasiones callejeras. Cuando el discurso oficial es confuso, la población suele decodificar de la peor manera
Por lo pronto, los directivos de ambos clubes, que no registran en su historial episodios de dicha características, alertados por los acontecimientos han instruido a profesionales (psicólogos y asistentes sociales) a fin de trabajar sobre el tema.