Un árbol de más de 200 años deja de dar frutos
Producto de un inadecuado talado, motosierra de por medio, vecinos lloran drástica elección
Columna de Fernando Gañete Blasco: fábulas urbanas
Había una vez un pueblito en el que sus habitantes vivían de un árbol de más de 200 años. Ese árbol daba tantos frutos que alimentaba a todos los que vivían en ese pueblo.
Para que no haya peleas, elegían a un administrador que repartía los frutos a los ciudadanos. Como en casi todos lados había gente codiciosa. Algunos de ellos engañaban a sus vecinos con los frutos y vendían las semillas a otros pueblos.
Paradójicamente, sus vecinos no sólo no los condenaban por ladrones sino que los admiraban por la riqueza y por tener propiedades en distintos pueblos. Y entre los administradores hubo mejores y peores. Muchos buscaban que a ningún vecino le faltara sus frutos.
A veces la sequía perjudicaba la cosecha, otras veces había quien saqueaba el árbol.
No faltó quien beneficiaba a sus amigos ricos. Hasta que un día apareció un señor que dijo tener una idea novedosa y que el pueblo no podía seguir dependiendo de un árbol.
Llegó con su motosierra, taló y destruyó al gran frutal. Prometió que era una gran solución que no comieran frutas por un tiempo.
El señor de la motosierra vendió la leña a sus amigos que hicieron negocios para otros pueblos. Los vecinos aun lloran por elegir a un administrador "distinto".
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