Massa nada dice, pero camina y se mueve como precandidato
Llamó a un gran acuerdo sobre cuatro puntos. Lo dijo frente a sindicalistas y empresarios
Utilizando un escenario donde se aglutinan empresas de los EE. UU que operan en el país, (AmCham Summi), un ámbito seriamente hostil para los intereses nacionales y claramente identificada con la derecha nacional, el Ministro Sergio Marra no ahorro definiciones para poner en caja una serie de temas vitales para la Argentina que vienen siendo objeto de críticas opositoras. Además, el peronista de Tigre abrió la puerta para los que se entusiasma con su una posible candidatura, siempre dentro del Frente de Todos y en alianza con el espacio que lidera la vicepresidenta. Al respecto, dijo: “Exponer las diferencias en una primaria es un gravísimo error”.
Con anterioridad, el Ministro mantuvo un encuentro con empresarios locales y sindicalistas de la CGT expresando la lncesidad de consolidar una gran acuerdo sobre cuatro puntos básicos basados fundamentalmente en desarrollo económico y social del país.
Massa recordó que el BCRA cerró 2022 con reservas netas positivas por USD8.800 millones, tras la aplicación de tipos de cambio diferenciales para la exportación de soja. Y apuntó que la sequía actual es la peor de la historia, por lo que costará al país al menos USD17.500 millones.
“La Argentina necesita-manifestó el funcionario-, sobre algunos temas, la construcción de consensos y de mirada de largo plazo. Creo que además es importante que esa consolidación de ámbitos y de construcción de consensos, para forzar a la política a llevar adelante esos consensos, porque tienen que ver con definir un proceso de desarrollo económico y de desarrollo social de la Argentina”.
Entre las principales definiciones se pueden agendar las siguientes;
Yo les agradezco esta idea de que me tiré arriba de una bomba. Yo creo que cuando uno tiene responsabilidad pública y vocación de liderazgo, lo que hace es pararse frente a las situaciones más difíciles; lo hago yo en la actividad pública y lo hacen ustedes en la actividad empresarial o sindical.
Apareció otro nuevo actor en la economía que es la sequía. Sobre 43 millones de toneladas que Argentina pensaba exportar este año, con toda la suerte del mundo va a terminar exportando 24. En términos de volúmenes de exportaciones, la caída es aproximadamente 17.5 billones, con su consecuente impacto en las reservas, en los derechos de exportación no percibidos por el Estado, y obviamente la idea o la sensación de que vuelve a aparecer la inestabilidad y nos obliga a nosotros a volver a tomar decisiones, en algún caso antipáticos, en otro caso audaces, en otro caso creativas, para tratar de compensar parte de los problemas que de alguna manera tenemos que enfrentar a lo largo de los próximos 7 u 8 meses.
En ese sentido, esa enorme nube que algunos describen en términos de faltante de dólares, me parece que está sobre exagerada. Es cierto que tenemos un escenario desafiante para el segundo semestre, pero también es cierto que desde febrero hasta acá se hicieron cosas que achican ese eventual desequilibrio que puede representar la sequía.
Sólo en energía 1.7 billones de ahorro representa la puesta en marcha del gasoducto.
Tomamos la decisión en el mes de febrero cuando vimos que el impacto de la sequía ya iba a ser un poquito más alto del que inicialmente imaginamos, de adelantar las compras de GNL. Fueron 32 barcos que se compraron al valor de la salida del gas del invierno europeo, con lo cual no pagamos precios spot en el mes de junio o julio. Para que ustedes tengan conciencia del impacto de eso, el Presupuesto Nacional preveía 3.8 billones de dólares en gasto de importación de energía para el invierno y finalmente el gasto del contrato que se licitó es de 1.9 billones.
También tomamos la decisión de activar para comercio el swap chino, que varios de los que están acá lo están empezando a usar para su comercio exterior. Del mes de abril al mes de agosto, hay 5 billones de dólares menos de pagos en dólares que se van a hacer a partir de la activación del swap en yuanes y, además, su posterior renovación a partir del mes de agosto que es lo acordado con el Banco Central Chino.
Hay una tercera operación en marcha que involucra centralmente al sector automotriz y autopartista con otro tipo de moneda. No voy a traer detalles hasta que no lo tengamos cerrado, pero también de alguna manera despeja parte de la incertidumbre en materia de presión de reservas para lograr ese marco de estabilidad que necesitamos de cara al cierre del año.
Sentimos que nuestra responsabilidad es intervenir para garantizar la estabilidad económica y entendemos que, en un país como la Argentina, a veces, desde el Banco Central, desde el Ministerio de Economía y de los distintos instrumentos que tiene el Estado para garantizar estabilidad económica, se debe intervenir.
Va a haber un nuevo jugador en la economía de escala de la Argentina en términos de peso del PBI, que es el sector energético en su conjunto, y un segundo jugador que guste o no guste, va a jugar un papel relevante, que es el sector minero. El tercer sector claramente es el sector agroindustrial. Si Argentina tiene niveles de producción altos en estos sectores, el proceso de acumulación de reservas, aún con los niveles de endeudamiento que tiene la Argentina, están claramente garantizados a lo largo de los próximos años.
Si no entendemos que más allá de la pelea de los dirigentes políticos, económicos, sociales, empresarios y sindicales a la hora del debate público, en algunos temas tenemos que elegir un recorrido de desarrollo para los próximos 10 o 20 años, nos vamos a caer de la posibilidad de ser jugadores globales.
Aparece obviamente la incertidumbre que puede generar el enojo contra la clase política que puede representar algún candidato. Mi pregunta es, ¿no será el tiempo también de que todos los actores políticos nos preguntemos qué hicimos mal para que emerja alguien de esas características? Y cuando digo actores, no digo actores de la dirigencia político partidaria digo actores empresarios, digo actores sociales.
No son extraterrestres que llegan a la Argentina y se sientan en los partidos políticos, son dirigentes que emergen de cada una de nuestras comunidades, ciudades, provincias, estados y en todo caso si no tenemos la dirigencia que queremos es porque aquellos que creen que tienen más capacidad de ocupar ese lugar, no ocupan ese lugar, no pelean por ese lugar y lo terminan ocupando otros con menos capacidades. Eso inexorablemente obliga a pensar que para cambiar las cosas hay que participar.
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