El intendente Lanús arremetió contra los trabajadores, "los oligarcas".
El jefe comunal de San Isidro, siguiendo la agresiva a intolerante impronta del oficialismo nacional, cargó contra los que ayer expresaron su bronca por las políticas nacionales que dañan el trabajo y la producción nacional.
Seguramente, dolido y molesto ante el contundente paro nacional generado en respuesta a las medidas políticas y económicas del gobierno nacional, el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, salió a cruzar a los que pararon y, en particular, contra la dirigencia sindical.
Como quien replica la impronta del modelo del intolerante y autoritario presidente Javier Milei, distante de una mirada humanista, democrática y cristiana, por cierto, el jefe comunal de San Isidro dijo a través de sus redes sociales lo siguiente: @RamonLanusLa Argentina no puede parar y San Isidro tampoco. La gente quiere y necesita trabajar. La oligarquía sindical sólo se preocupa por sus privilegios.
Comparado con los dichos del “conciliador” y “dialoguista” diputado José Luis Espert, quien tildó a la dirigencia gremial de “sindigarcas” e “hijos de putas”, la mirada del sanisidrense Lanús es una nimiedad.
Detras de este tipo de definiciones políticas, en realidad, subyace la intención de crear un mundo sin sindicatos y, en lo posible, sin política.
Un mensaje, el del intendente, que no dejó de llamar la atención toda vez que el jefe comunal se viene enfrentando con los empleados municipales debido a cuestiones salariales y mejores condiciones laborales.
Una disputa que se plasmó mientras Lanús disponía, tras su llegada a la intendencia, otorgar aumentos de salarios, de varios millones de pesos, a sus secretarios. El promedio de un empleado municipal ronda los 400 mil pesos.
La disputa y la mirada que deposita el intendente sobre el mundo del trabajo quedó expuesta cuando el Sindicato de Trabajadores Municipales de San Isidro, que conduce el dirigente Omar Arce, intentaba sellar paritarias dignas para el que hace el día a día, el que permite que el municipio funcione: los empleados municipales.
No sólo mantiene una tensa calma con el trabajador municipal, Lanús también enfrenta el reclamo de vecinos que aducen bajo nivel de gestión, expresando estar inmerso en un San Isidro inseguro y de calles sucias.
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