El concejal Diego Spina repudió el crimen del joven Juan Manuel De Vita en manos de un Policía de la Ciudad
- Editorial Tobel
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Todo comenzó cuando el uniformado atropelló a una persona y huyó de la escena dejando a la víctima tendida

Juan Manuel De Vita, (Foto TN)
La impunidad uniformada, la locura enquistada en instituciones que no controlan a su personal se cobró la vida de un inocente. Un Policía de la Ciudad, identificado como Carlos Javier Pelazo, asesinó de varios disparos a Juan Manuel De Vita, un joven de 19 años que lo increpó luego de que el agente atropellara a su primo horas antes.
El origen de tanta violencia se habría motivado cuando, el domingo, según denunció un grupo de vecinos, un Renault Sandero rojo embistió a una moto y se dio a la fuga. El auto era conducido por el oficial que, según informó TN, llevaba a su hijo al médico. De acuerdo con la explicación ofrecida por la familia de la víctima, el oficial escapó del lugar sin prestar asistencia al joven atropellado. A poco más de seis horas de haberlo atropellado, el policía de la ciudad decidió presentarse en la Comisaría Morón 4°, que tenía jurisdicción sobre la zona del choque.
El conflicto escaló luego de que la persona (policía de la ciudad) que atropelló al motociclista y huyera, “regresó a la escena y ultimó a balazos a un familiar de la víctima”. Sin embargo, la tensión escaló cuando, “lejos de contener la situación, efectivos de la policía bonaerense avanzaron sobre la manifestación barrial”, denunció el concejal de Fuerza Patria, Diego Spina. “Es inadmisible. Al dolor de una familia destrozada por el gatillo fácil, el Estado le respondió con balas de goma y gases”, sentenció Spina, hombre que se referencia en Martín Sabbatella.
Dentro de este marco, el concejal condenó enérgicamente los hechos ocurridos en Morón Sur, calificando la jornada como “un doble crimen social”: primero, el asesinato de un joven a manos de un policía de la Ciudad, y luego, la feroz represión desatada por la policía contra familiares y vecinos que reclamaban justicia.
Además agregó: “esto demuestra el fracaso absoluto del modelo de seguridad actual. No supo evitar que un policía actúe como un asesino y no pudo abordar el reclamo social sin violencia. Hay una porosidad alarmante en las fuerzas y una falta de conducción política que termina siempre igual: con el pueblo recibiendo los palos y las balas”.












