Amenaza de Santiago “billetera” Caputo a fotógrafo de Tiempo Argentino
- Editorial Tobel
- 30 abr
- 2 Min. de lectura
Lo hizo al momento de ingresar a la sala donde debatirían las y los candidatos de CABA.

Una vez más, la violencia institucional volvió a expresarse a través de un alto funcionario del gobierno nacional. En este caso, fue el asesor y alter ego del presidente Milei, Santiago “billetera” Caputo, quien agredió a un fotógrafo del diario Tiempo Argentino. No es la primera vez que la intolerancia, autoritarismo y violencia institucional cargan sobre el periodismo independiente.
La agresión de Caputo, hombre que planifica la estrategia mediática y comunicacional y política del gobierno, hecho esto a instancias de los grandes grupos económicos, sucedió minutos antes del debate de candidatos de CABA.
“Billetera” Caputo protagonizó un grave hecho al increpar e intimidar sin ningún motivo al fotógrafo de Tiempo, Antonio Becerra, quien cumpliendo su trabajo intentó hacer una toma del funcionario.
Con el poder que carga y miles de millones de pesos que pasan por sus manos a través de áreas clave que se encuentran bajo su control, por caso, Agencia Federal de Inteligencia, Caputo cargó sobre Becerra intentando correrle la cámara. Seguramente consciente de la actitud patoteril, el funcionario dio marcha atrás. Sin embargo, en una actitud claramente amenazante, el asesor le tomó la credencial al fotógrafo y, con su celular, le tomo los datos.
Desafortunadamente, este tipo de agresiones al igual que cargar sobre indefensos jubilados, “viejos meados” al decir de Milei, o degradar a discapacitados y agredir constantemente a quienes piensan distinto es parte de la construcción planificada por la ultraderecha gobernante.
Más grave aún resulta la naturalización y silencio cómplice de operadores mediáticos y del electorado que cree y compra la brutalidad oficial con alarmante naturalidad. Esta actitud social se manifestaba claramente durante el nazismo. Será por eso que el Papa Francisco alertó sobre los “pequeños Adolfitos” que se creen portadores de mensajes (falsos) proféticos y salvadores de la patria.
Es el propio Milei quien alienta el odio y la agresión. El que alienta odio a socialistas, peronistas y todo lo que represente el denominado progresismo. El mismo que lloró ante el Muro de los Lamentos (Israel) frente a una comunidad que padeció, como el resto de la humanidad, el holocausto y, sin embargo, nada dice sobre el riesgo que implica la violencia institucional.
“Había creído que una gran parte del periodismo había llegado a su máxima expresión como basura mentirosa con el tratamiento de la reducción de la pobreza. Me equivoqué. Me quedé corto. Se han superado diciendo que amenacé al campo y se fueron al carajo totalmente diciendo que un tweet festejando la internalización del Principio de Imputación de Menger es comparable a la política de Guillermo Moreno poniendo una pistola en la mesa para controlar precios. En definitiva, creo que la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial de supuestos periodistas. Si los conocieran mejor los odiarían aún mucho más que a los políticos. CIAO!”. Este fue uno de los tantos mensajes por X que escribió el presidente de la nación donde queda expuesto el autoritarismo y violencia con la que gobierna.













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