Mitos y verdades sobre cifras de pasajeros en Transporte Público desde los inicios de la cuarentena
A pesar de la campaña anti cuarentena - mediática y en redes- y a una mayor apertura de actividades, el comportamiento popular continúa siendo clave a la hora de mitigar al COVID 19
Por: Fernando Gañete Blasco.-En este nuevo aislamiento social, que decretaron los gobiernos Nacional, de la provincia de Buenos Aires y de CABA se hizo mucho hincapié en el transporte público. Se sabe que éste es un importante lugar de foco infeccioso de los denominados comunitario (contagio del que no se conoce su origen) que son los que más preocupantes para los especialistas, ya que son incontrolables y, por ende, los que más propagan el Covid-19 en la comunidad.
Es por ello que es importante conocer el comportamiento del usuario de transporte público, tanto en CABA como en el conurbano bonaerense antes del aislamiento, durante la cuarentena y los últimos días de junio que, si bien no había entrado en vigencia la nueva fase, ya se había hecho el anuncio oficial. En un trabajo estadístico realizado por el gobierno Nacional se puede apreciar la evolución de la cantidad de pasajeros en los últimos cuatro meses en el AMBA (Ciudad de Buenos Aires y conurbano)
En el primer Cuadro se puede observar el promedio diario la cantidad de personas que se trasladaban en tren, colectivo o subte en los primeros trece días de marzo. Antes del aislamiento, durante los días hábiles, había 4.242.540 personas de promedio diario que usaban transporte público. Cuando ya la pandemia comenzaba a hacerse protagonista en nuestro país, hubo tres días (previo a la cuarentena obligatoria) de licencias preventivas y queda claro que la gente comenzó a tomar conciencia y ya el flujo de usuarios había bajado. Cuando el aislamiento se decretó la gente acató inmediatamente. Durante las tres primeras semanas utilizaron transporte público menos del 15% de lo habitual. A medida que la cuarentena avanzaba -y desde los medios tanto periodistas, economistas mediáticos y parte de la oposición tomaban una postura furiosa de romper con la cuarentena- creció la cantidad de personas que tomaban transporte público. Pero, pese a la campaña mediática (y a que se flexibilizó en parte el aislamiento) hay que destacar el alto acatamiento de la ciudadanía que no superó el 25% de la cantidad de usuarios que habitualmente utiliza transporte público cuando no hay pandemia. Para terminar se puede apreciar que en los últimos dos días de junio, cuando ya se sabía que desde la primera jornada del segundo semestre se volvía a la fase 1, hubo menos usuarios. Otra muestra que, pese a los detractores, la comunidad es consciente.
Lo propio ocurrió en el flujo de personas en transporte público durante los fines de semana y feriados. En condiciones normales (sin pandemia) se trasladan menos del 50% que los días de semana. Acá se nota más aun la sensatez, ya que los registros porcentuales fueron menores a los de los días hábiles. La curva fue similar, si bien se ve que el sábado previo a la nueva etapa de la cuarentena se registraron más de 678 mil personas que se movilizaron, el domingo cayó a casi la mitad del día anterior, por lo que el promedio diario es similar al de los fines de semana anteriores.
En el último cuadro se puede apreciar el flujo de usuarios de transporte público dividido entre los que se trasladan del conurbano a CABA, a la inversa y los que viajan entre la ciudad y aquellos que lo hacen por el GBA. También se destacan los números previo a la cuarentena, y los tres meses de aislamiento. En todos los casos los que se trasladan por el conurbano superan el 50% del total de los usuarios, cabe aclarar que también la cantidad de habitantes es más elevada en el conurbano (más de 10,8 millones) que en la ciudad (casi 3 millones). De todas formas, aquí también se puede apreciar que los usuarios de transporte público supieron respetar el aislamiento y se trasladaron menos del 25% de que lo hacen habitualmente sin cuarentena (primer cuadro).
Habrá que esperar lo que acontezca en estos días de la nueva fase, donde aumentaron los controles y cerraron diversos comercios al volver a Fase 1. Es la intención de los distintos gobiernos reducir los traslados en transporte público a la cantidad de usuarios que se registraron los primeros días de aislamiento. De esa forma aplanar la curva de contagios, por sobre todo, los comunitarios.
