Intendentes, anoten: Cooperativa Innovar dona equipos de desinfección y paneles sanitarios para comb
En un mundo en que, por estas horas, los Estados vuelven mostrarse activos, la acción cooperativista muestra su fuerte rol productivo y solidario en Argentina como es el caso de Innovar
En el país cerca de 20 millones de personas viven y trabaja por el cooperativismo
“La crisis es necesaria para que la humanidad avance. Solo en momentos de crisis surgen las grandes mentes.” Dicen que alguna vez dijo Albert Einstein. Están quienes sólo piensan en el dinero y utilizan esa frase como “las crisis son oportunidades de negocios” y, también están quienes coinciden con el científico y ayudan a avanzar a la humanidad.
Quizá allí también se pueden notar las diferencias entre las empresas convencionales, donde muchas de ellas especulan para aprovechar esta crisis sanitaria y transformarla en una oportunidad de negocios, de las cooperativas, mutuales y empresas recuperadas que se ponen a disposición del Estado (porque consideran que el Estado somos todos) y prestan colaboración. Las primeras acuden a que el Estado las subsidien (aunque no lo necesiten y siempre hayan renegado del Estado) o despiden trabajadores (si bien ya tenían pensado hacerlo antes de la pandemia). Las vinculadas a la economía social consideran que la solidaridad no es un acto de caridad, sino una ayuda mutua para luchar por el mismo objetivo y por ello donan o producen al costo todo aquello que pueda ayudar en estos momentos de crisis sanitaria.
En diferentes ocasiones hemos mencionado las posturas que tomaron diversas cooperativas que comenzaron a confeccionar barbijos para donar o vender al costo y, de esta manera, paliaron un desabastecimiento de este producto que daba lugar a la especulación de quienes consideran a la crisis como oportunidad de negocio. Lo propio de muchas cooperativas que donaban alcohol etílico y hasta un laboratorio recuperado por sus trabajadores que fabricaba alcohol en gel al 30% del valor del mercado y hacía abrir los ojos a la sociedad de aquellos formadores de precios y su actitud contra la comunidad.
En este caso hablamos de una cooperativa de la ciudad de Junín, llamada Innovar. Se trata de formadores de operarios, mano de obra calificada. De los cuales, como cooperativa, se ofrecen al mercado laboral. Desarrollan el potencial técnico y humano de sus obreros para posibilitar la inserción del individuo desde lo laboral, social y cultural al seno de su comunidad. Como ellos mismos se autodefinen en su sitio web.
Los productos tecnológicos de Innovar apuntan al desarrollo de las economías regionales aplicando tecnología a los procesos productivos locales y al desarrollo de producto tecnológicos que den respuesta a necesidades concretas en otros campos de la industria. Así es que han desarrollado desde plataformas elevadoras, cámaras frigoríficas móviles, hasta muebles escolares, trailers y tanques de agua para transportar con vehículos.
Pero, a partir de la pandemia, se pusieron a disposición de ayudar a la comunidad, y es así como donaron separadores de camas y sillas para la Carpa Sanitaria anexa que se instaló en el Hospital Abraham Piñeyro de esa ciudad.
Pero lo más innovador, haciendo honor al nombre de la cooperativa, fue la donación de unos arcos creados para la desinfección de los vehículos que ingresan a Junín. Es así como todos los camiones procedentes de ciudades de riesgo son desinfectados por los arcos donados por la Cooperativa Innovar. Dichas arcadas están ubicadas en Ruta 7 vial, Ruta 7 y Ruta 65, Pastor Bauman y Ruta188 y Ruta 188 (entrada Parque Ecológico).
De esta manera es un aporte más para vencer al virus que tanto nos preocupa a todos. En silencio, la economía social en general, y las cooperativas en particular colaboran con la sociedad, para que -como dijo Einstein- la humanidad avance un poco más. Porque, como se lee en un video donde el INAES muestra lo realizado por Innovar: “De la conducta de cada uno depende el destino de todos”.
