Un macrismo en retirada rifa las joyas de la abuela y regulariza a los "ñoquis amarillos"
En manos del funcionario macrista Ramón Lanús esta rematar predios como el Círculo Militar de Olivos, el Tenis Club de Florida,o Ecosol de Tigre, por caso
Por:Tano Armaleo.-A esta altura de los acontecimiento y con una “degradación institucional y republicana” manifiesta sobre la cual advierten organismos nacionales e internacionales, y juristas, además de la descomposición económica que padecen millones de personas, ahora, se agrega que el gobierno de Cambiemos está oficializando –pasando a planta permanente- a los ñoquis que tiene en el Estado. Tanto en el nacional, provincial como en los municipios donde gobiernan y corren riesgo de perder las elecciones. Y en plena retirada, están rematando las joyas de la abuela. La más reciente son las varias hectáreas del Puerto de Buenos Aires y la administración del mismo también, que entregaría vía consorcio al “hermano del alma” del presidente, “Niky” Caputo; y en la Región Norte: Círculo Militar de Olivos, Radio Nacional de Pacheco, ex Club Bouchard en Vicente López, Ecosol de Tigre, y el Florida Tenis Club de Florida de Vicente López el más reciente.
El remate de los mencionados predios corre por cuenta del sanisidrense Ramón Lanús que -dirigente del vecinalista Convocación por San Isidro-, a instancias del presidente Macri arremete contra los intereses de la comunidad; el funcionario es titular de AABE. Y no renuncia, dicen, a materializar la venta del Golf de Villa Adelina.
En cuanto a los ñoquis que quieren pasar a planta permanente, estos se inscriben por miles. Así lo acaba de denunciar el gremio CTA-ATE, en boca de varios de sus dirigentes, por caso Alejandro Catalano y Hugo Yansky, y lo propios sucede desde la CGT. El dirigente sindical Hugo Russo de la Asociación Judicial Bonaerense de San Isidro, vienen advirtiendo la maniobra desde hace meses. Y lo propio expresa el docente Jorge Pérez de SUTEBA Vicente López.
Si bien la regularización –que dejan de ser trabajadores contratados- es un escenarios que todo gremialista ambiciona por una cuestión de dignidad laboral, el problema es que los regularizados son militantes, no trabajadores; no trabajan. Y eso se ve claramente en los municipios donde los “ñoquis amarillos” copan pasillos y bares. El mismo panorama seda en organismos como Telam, PAMI, o en ministerios, y puntualmente en áreas sociales en que sectores evangélicos, obviamente ligados al macrismo, son rentados para realizar, por ejemplo, trabajos en materia de adicciones. La provincia de Vidal también tiene su ejército de ñoquis amuchados en organismos se segunda línea: delegaciones de trabajo, secretarias regionales, organismos de control y descentralizado, y cuerpos de asesores.
Se estima que más de 35.000 empleados estatales fueron dados de baja -a partir diciembre de 2015-, por el actual gobierno. Paralelamente, contrataron a más de 50.000 militantes de Cambiemos para reemplazar la “grasa militante”, lo que denota,además de un odios visceral, que hay grasa de primera y de segunda categoría dentro de la mirada oficialista. Muchos,la gran mayoría de los “ñoquis amarillos” son familiares de ministros, secretarios de estados, o de intendentes que por estas horas se están atornillado al escritorio. Así como dejan tierra arrasada en materia social y económica, al regularizar a su gente lo que buscan es condicionar al gobierno que viene en lo que a cotidianidad administrativa se refiere. Si por manos de muchos de esos "ñoquis amarillo" esta hacer caminar un expediente, no es complejo imaginar que sucedería una vez que lleguen las nuevas autoridades. Podrían entorpecer cualquier acción de trabajo del próximo gobierno; cajonear expedientes
